Síndrome de la boca ardiente: la desconocida enfermedad que afecta a los mayores de 50
Según la Clínica Mayo, el síndrome de la boca ardiente es el término médico para el ardor continuo o recurrente en la boca sin causa aparente
La sequedad en la boca, las afecciones bucales y algunos estados nutricionales carenciales pueden estar relacionados con su aparición
El tabaco, algunos medicamentos, las bebidas alcohólicas o carbonatadas y los alimentos ácidos o picantes también propiciar la enfermedad
Quemarse la boca con una comida o una bebida muy caliente o con un sabor picante es una sensación desagradable que puede durar varios días. La misma sensación de escozor, quemazón o incluso dolor se da entre los pacientes de glosodinia o síndrome de la boca ardiente, una patología desconocida para la que aún no hay tratamiento.
¿En qué consiste?
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Según la Clínica Mayo, el síndrome de la boca ardiente es el término médico para el ardor continuo o recurrente en la boca sin causa aparente. Es posible que sientas este ardor en la lengua, las encías, los labios, el interior de las mejillas, el paladar o zonas grandes de toda la boca.
Aunque no se trata de algo grave, quienes lo sufren pueden experimentar una pérdida de calidad de vida importante debido al malestar que conlleva. En la mayoría de los casos, los pacientes terminan por adaptarse a las molestias, pero, en ocasiones, la glosodinia puede derivar en problemas para comer o para tener un descanso reparador, algo que, a largo plazo, puede derivar en ansiedad o depresión.
Causas
Las causas del síndrome de la boca ardiente pueden ser primarias o secundarias. Cuando no se conoce la causa, la afección se denomina síndrome de la boca ardiente idiopático o primario. Algunas investigaciones sugieren que el síndrome de la boca ardiente primario se relaciona con problemas de los nervios que tienen que ver con el sabor y el dolor.
Otras veces, el síndrome de la boca ardiente es causado por una enfermedad subyacente. En estos casos, se denomina síndrome de la boca ardiente secundario.
Los problemas subyacentes que pueden estar relacionados con este síndrome son los siguientes:
- Sequedad en la boca. Puede generarse por algunos medicamentos, problemas de salud, problemas con las glándulas que producen la saliva o efectos secundarios de tratamientos contra el cáncer.
- Afecciones bucales, como una infección fúngica de la boca denominada candidiasis bucal, una afección inflamatoria llamada liquen plano oral o una afección conocida como 'lengua geográfica' que le da a la lengua la apariencia de un mapa.
- Deficiencia de nutrientes: falta de hierro, zinc, folato (vitamina B-9), tiamina (vitamina B-1), riboflavina (vitamina B-2), piridoxina (vitamina B-6) y cobalamina (vitamina B-12).
- Alergias o reacciones a alimentos, condimentos para comidas, otros aditivos alimentarios, fragancias o tintes, materiales dentales o productos de cuidado bucal.
- Reflujo de ácido estomacal o enfermedad por reflujo gastroesofágico.
- Ingesta de medicamentos, especialmente aquellos para la hipertensión arterial.
- Hábitos bucales, como empujar los dientes con la lengua, morder la punta de la lengua y rechinar los dientes.
- Trastornos endocrinos: diabetes o hipotiroidismo.
- Irritación bucal, que puede resultar de cepillar la lengua mucho o muy fuerte, usar pastas dentales abrasivas, usar enjuagues bucales en exceso o consumir demasiados alimentos o bebidas ácidos. Las dentaduras postizas que no se ajustan bien también pueden causar irritación y empeorar los síntomas.
Señales
Pese a que los síntomas son variados, los más habituales son ardor o quemazón en la boca (lengua, paladar, zona interna de las mejillas o incluso labios y encías), sequedad, sensación de sabores metálicos o amargos en la boca, pérdida del sentido del gusto y hormigueo o entumecimiento de la zona.
El dolor asociado al síndrome de la boca ardiente puede durar mucho tiempo y no es fácil de definir. Algunos pacientes sienten dolor todos los días, otros van experimentándolo poco a poco y para otros se reduce al momento de comer o beber.
Más entre mayores
Se puede decir que en la población general la incidencia del síndrome de la boca ardiente oscila entre el 0,7% y el 4,5%, aunque estos datos varían muchísimo dependiendo del estudio realizado. Por esta razón, no hay una prevalencia fija. Sin embargo, todos los estudios coinciden en que este trastorno es más común en mujeres adultas, entre los 50 y 60 años de edad, más típicamente en la etapa de la menopausia.
En cualquier caso, también se da en varones de edad avanzada, asociada, en muchas ocasiones, al tabaquismo.
Respecto a terapias, no hay tratamiento conocido. Algunas personas se sienten mejor ingiriendo algo frío o masticando chicles sin azúcar. Como en cualquier proceso que curse con dolor, es bueno saber alguna técnica de relajación (las relacionadas con la respiración pueden ayudar) y, sobre todo, evitar irritantes, como el tabaco, los alimentos ácidos o picantes, las bebidas alcohólicas y carbonatadas o los enjuagues dentales con alcohol.