Seguimos inmersos en la cuarta ola de calor del verano, con los termómetros superando los 40 grados en varias comunidades. A la espera de que el fin de semana llegue un desplome térmico acompañado de tormentas, salir a la calle sigue siendo un acto temerario, sobre todo en las horas centrales del día. Insolación, deshidratación, calambres, agotamiento e incluso la muerte son solo algunos de los efectos de las altas temperaturas en la población en general. De hecho, las olas de calor afectan más a las mujeres que a los hombres, según indican varios estudios. ¿Por qué se resiente más la salud de ellas?
Según indica una investigación realizada por la Agencia de Seguridad de la Salud del Reino Unido (UKHSA), la mortalidad entre las mujeres a causa del calor extremo es hasta un 15% más alta. Otro estudio de la Universidad de Ámsterdam corrobora que efectivamente las muertes reportadas por altas temperatura son mayores en el género femenino, con un mayor impacto en el grupo de mayores de 80 años.
No es fácil establecer un único motivo por el que se produce este incremento de la mortalidad entre las mujeres. Uno de los factores que pueden explicar estas diferencias con los hombres puede deberse a que ellas tienen menor capacidad de producir sudor, el sistema de refrigeración del cuerpo para mantener una temperatura en torno a los 36,5 grados, lo que las lleva a ser más susceptibles a las altas temperaturas. “Las personas mayores sudan la mitad que los jóvenes y las mujeres sudan la mitad que los hombres”, explica el profesor Hein Daanen, uno de los autores del citado estudio de la Universidad de Ámsterdam.
Otra de las posibles causas encontradas tienen el origen en el sistema cardiovascular, las mujeres cuando pasan por la menopausia presentan una mayor presión arterial, lo que podría explicar potencialmente que se den un mayor número de mujeres de la tercera edad víctimas de las olas de calor.
Un tercer motivo tiene esta vez con su entorno social. Las mujeres tienen más tendencia que los hombres a vivir solas, considerado un factor de riesgo en las olas de calor ya que no tienen a nadie que pueda socorrerlas si se marean o empiezan a sentir problemas físicos. Además, se exigen realizar todas las tareas domésticas habituales. Continuar con estas actividades durante la época de temperaturas altas y sin estar físicamente en las mejores condiciones pone a las mujeres en mayor riesgo.
Un cuarto factor está relacionado con la masa corporal. Generalmente las mujeres presentan un menor índice de masa corporal que los hombres, lo que puede significar que puedan absorber el calor más rápido. Eso conlleva que pueda ser más mortal en ellas. Además, las mujeres presentan una temperatura corporal más alta después de la ovulación, fenómeno que también se ve en el caso de mujeres en estado de embarazo.
Según el informe de la Universidad de Ámsterdam, la diferencia de mortalidad ante las altas temperaturas se va agrandando entre los tres grupos de estudio (menores de 65 años, entre 65 y 80, y mayores de 80). Sin embargo, no hay diferencias apreciables entre los dos sexos cuando se trata de olas de frío. Y sus conclusiones tampoco parecen tener ninguna relación con el hecho de que las mujeres vivan más que los hombres.