El cáncer puede tener algunos 'síntomas silenciosos' que se esconden en gestos o reacciones físicas cotidianas. Ninguno de ellos en sí mismo es un indicador de que exista el cáncer, pero pueden ponernos sobre la pista de otros síntomas de la enfermedad. Como se sabe, cuando se trata de cáncer, la detección temprana es crucial, por eso la organización Cancer Research UK, señala que algo tan simple como el sudor nocturno, podría estar relacionado con ciertos tipos de cáncer.
La sudoración es la forma en que nuestros cuerpos se mantienen frescos, pero su aparición, frecuencia y cantidad puede darnos mucha información. Incluso, algunos consideran al sudor como una ventaja evolutiva. Esa es la razón por la que tenemos glándulas sudoríparas en la piel de la mayor parte de nuestro cuerpo, aunque sudemos más a través de las manos, las plantas de los pies o el rostro. Las células nerviosas de la dermis controlan la sudoración por lo que muchas veces también se produce ante reacciones emocionales.
En el caso específico del cáncer, la sudoración abundante se suele relacionar con reacciones a tratamientos o a cambios hormonales, pero también habría que tener en cuenta que puede ser una alerta de infección. Las infecciones provocan fiebre y el cuerpo suda para intentar reducir la temperatura. El hecho es que algunos cánceres pueden hacer que sudemos más de lo habitual. Entre ellos están el linfoma de Hodgkin -y el no Hodgkin- la leucemia o el cáncer de próstata -por señalar algunos-, muchos de ellos entre los más diagnosticados es España. ¿Significa esto que la sudoración excesiva es un síntoma de cáncer? No, significa que podríamos estar enfrentando una infección.
Es por eso que para la organización británica, una de las más grandes del mundo en cuanto a lucha contra esta enfermedad, es recomendable estar atentos a sábanas y almohadas ya que una sudoración excesiva es siempre muy notoria en las ropas de camas. No todas las infecciones tienen que ver con cáncer, pero ante una sudoración anormal siempre conviene acudir de inmediato a un especialista. También es bueno tener en cuenta que la edad es un factor de riesgo fundamental en esta enfermedad, siendo la franja entre 45 y 64 años una de las más vulnerables. El cáncer mata anualmente alrededor de 10 millones de personas en todo el mundo.