Las señales que advierten de que la cafeína puede ser perjudicial para tu organismo
Se calcula que un 90% de la población de Europa, Estados Unidos y América Latina consume cafeína de manera diaria, pero aunque en pequeñas dosis esta sustancia resulta inofensiva, en grandes dosis puede provocar problemas para la salud
En altas dosis, la cafeína puede provocar irritabilidad, nerviosismo, insomnio, ansiedad, estrés e incluso un síndrome de dependencia
Qué personas pueden perjudicarse con la ingesta de café
La cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida del mundo. En Europa, Estados Unidos y gran parte de América Latina se calcula que un 90% de la población consume esta sustancia de manera diaria, y en Finlandia, país que ostenta el récord de consumo, se estima que cada persona toma una media de cuatro tazas de café al día.
Aunque la mayor parte del consumo de cafeína se toma a través del café, esta sustancia, que en función de su procedencia puede recibir otros nombres, como teína o guaranina, está presente en otros productos, como las bebidas energéticas, los tés e incluso el cacao. Pero a pesar de lo extendido que está y del gran consumo que la mayor parte de la población hace de ella, la cafeína no es una sustancia carente de riesgos.
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Al contrario, cuando se consume en exceso, la cafeína puede tener efectos negativos para la salud. Según un estudio elaborado por investigaciones de la Universidad de Basilea, en Suiza, el consumo diario de cafeína podría afectar a la estructura cerebral, modificando la materia gris del cerebro de manera temporal.
Estos cambios afectan, en especial, al hipocampo, lo que se traduce en un impacto en la memoria. Pero además, existen otros efectos que el consumo excesivo de la cafeína puede dejar en nuestra salud y que pueden utilizarse como señal de alerta para reducir su ingesta, tal y como recogen desde El Español.
Las señales que alertan de que la cafeína te está haciendo daño
El consumo excesivo de cafeína puede provocar alteraciones nerviosas en nuestro organismo. Irritabilidad, nerviosismo, insomnio e incluso un síndrome de dependencia son algunos de los síntomas que esta ingesta excesiva puede tener en nuestro cuerpo. Además, también puede provocar complicaciones cardiovasculares, neurológicas y hematológicas, entre otros.
Aunque en dosis moderadas el consumo de cafeína no provoca ningún riesgo para el corazón, cuando se sobrepasan las cantidades recomendadas (más de tres cafés) sí puede acelerar la frecuencia cardíaca. Asimismo, y pese a que en dosis controladas puede ayudar a las personas a mejorar su capacidad de concentración, esta sustancia también puede provocar ansiedad y, sobre todo en las personas que ya padecen esta enfermedad, dar pie a nerviosismo, dolores de cabeza e incluso cambios de humor.
Cuando se consume cafeína, además, se evita la somnolencia. A cambio, se activa el estrés y la actividad cerebral aumenta. En altas dosis, sin embargo, el estrés generado puede traducirse en una ansiedad más aguda y provocar taquicardia, alteraciones gastrointestinales e incluso depresión. Por eso, es imprescindible que, a la hora de consumir café, té u otras bebidas que contengan esta sustancia, seamos siempre conscientes de las cantidades.
En pequeñas dosis, la cafeína puede tener efectos positivos para el organismo, ayudando a combatir la fatiga, mejorando la capacidad de concentración e incluso el estado de ánimo, pero cuando se superan los límites, las consecuencias pueden ser desagradables. Aprender a controlar nuestro consumo nos permitirá sacarle el máximo partido a sus beneficios y reducir los riesgos para la salud que puede provocar.