¿Qué es la degeneración macular, la enfermedad de Judi Dench que podría retirarla del cine?

La actriz y escritora británica Judi Dench recibió en julio pasado en Dublín el premio Lifetime Achievement Award de los Irish Film and Television Awards (IFTA). Lo que todavía muchos desconocen es que la dolencia que padece puede retirarla del cine definitivamente. Parece increíble porque su aspecto en la ceremonia era enérgico y saludable. En Uppers hemos querido saber cuál es la enfermedad de Judi Dench. Ella misma, hace más de una década, confesó en público que le habían diagnosticado degeneración macular. Un experto nos ha explicado qué es la degeneración macular y cuáles son las causas.

El 9 de diciembre próximo Judith Olivia Dench cumplirá los 89 años. Nació en la localidad británica de York, pero se crio en Irlanda, la ciudad que este verano le ha rendido homenaje y ha querido “celebrar su extraordinario talento, trabajo y carrera”, tal como declaró Aine Moriarty, directora ejecutiva de IFTA. Debutó en el teatro en 1957 con la compañía Old Vic y se hizo famosa gracias a la interpretación de personajes protagonistas de las obras de William Shakespeare como Ofelia (Hamlet), Julieta (Romeo y Julieta) o Lady Macbeth (Macbeth).

En el cine fue M, la dura e implacable jefa de James Bond en varias películas de la saga, y se llevó un Oscar en 1999 tras convertirse en la reina Isabel I en Shakespeare in Love. A lo largo de su carrera ha sido nominada por la Academia de Hollywood en siete ocasiones, la última vez en 2021 por su papel como Granny en la comedia dramática Belfast dirigida por Kenneth Branagh. También ha sido galardonada con dos Globo de Oro y nueve BAFTA.

Su carrera en el cine, en el teatro y en la televisión ha sido imparable. Incluso ha seguido trabajando sin descanso gracias a la ayuda de quienes la rodean, a pesar de ser diagnosticada en 2012 de una enfermedad visual. Recientemente contó en un programa de la BBC que no está bien porque a causa de sus problemas de visión ya no es capaz de leer ni de escribir. “No estoy haciendo mucho por ahora porque no puedo ver. De modo que la cosa está mal”, afirmaba. Sin embargo, “No me quiero retirar”.

Es su pareja David Mills una de las personas que más le ayuda en el día a día. En otra entrevista y siempre con una sonrisa en la cara, Judi Dench aseguró que en una de las últimas cenas a las que acudieron los dos, junto a otras personalidades, Mills tuvo que cortarle la comida porque ella no era capaz de ver nada debido a la poca iluminación ambiental que había.

Cómo trabajar con degeneración macular

La actriz quiere encontrar la fórmula que le permita seguir trabajando. Está convencida de que es posible con otras formas de aprendizaje, apoyándose en su memoria fotográfica y con el apoyo de la gente que le rodea. Lo que también reconoció es que cada vez le resultaba más difícil mantener su independencia en casa. Incluso desveló que hace unos meses había tropezado con una alfombra en su domicilio de Surrey y estuvo media hora en el suelo incapaz de levantarse.

La degeneración macular que padece Judi Dench es una alteración de la mácula, que es la parte central de la retina. El problema es que esta parte del órgano visual es la responsable de la visión central. Es decir, gracias a la mácula es posible leer, ver la televisión o reconocer las caras de las personas. Por ello, la actriz señala que ya no puede leer ella misma los guiones que recibe ni estudiárselos sin ayuda.

Como dice el nombre, esta dolencia es degenerativa debido a la degradación de las capas internas de la mácula. Las causas son desconocidas, sin embargo, la misma edad de los pacientes es el principal factor de riesgo. Además, es genética porque existe una clara predisposición familiar que se puede heredar de padres a hijos. Los especialistas apuntan que el tabaco y una dieta inadecuada también multiplican por dos el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Lo que no se altera con la degeneración macular es la visión periférica con lo cual muchos de los afectados tienen la posibilidad de manejarse solos en las tareas cotidianas o en la calle. Les es imposible leer o reconocer una cara conocida pero el resto de la retina normalmente conserva sus funciones. Es importante la detección precoz y por ello los oftalmólogos recomiendan acudir a consulta anualmente o cuando se tienen otras patologías que afectan a los ojos, para realizar una revisión como medida preventiva a partir de los 45 o 50 años.

Síntomas de la degeneración macular

No obstante, hay algunos síntomas que indican que podría estar desencadenándose una degeneración macular. Ante ellos los expertos subrayan que se debe acudir al oftalmólogo en el plazo de unos días con el fin de realizar un diagnóstico y poner en marcha el tratamiento en cada caso. Estos son los posibles síntomas:

  • Visión torcida o distorsionada de los objetos, donde por ejemplo las líneas rectas parecen dobladas.
  • Aparición de una mancha negra, un punto borroso o un punto ciego en la visión central que no cambia de posición.
  • Disminución o pérdida de visión central que se percibe ante las dificultades para leer, ver la televisión, conducir o reconocer las caras.
  • Necesidad de luz más brillante para leer o hacer tareas que requieren visión de cerca.
  • Mayor dificultad para adaptarse a los niveles bajos de luz ya sea al entrar a un restaurante o al teatro que se encuentren poco iluminados.
  • Mayor visión borrosa de las palabras impresas.
  • Pérdida de la capacidad para ver detalles precisos.

Por otra parte, hay dos estadios de la enfermedad: la seca y la húmeda. La degeneración macular seca es la más frecuente, transcurre de forma lenta y se produce una atrofia de la zona macular. En cuanto a la forma húmeda, esta es más rápida y su pronóstico es peor. Se desencadena la acumulación de líquido debajo de la mácula debido al crecimiento de vasos sanguíneos debajo de la retina que lo dejan escapar. En ambos casos es posible que afecte a un solo ojo o a los dos.

Por último, además de las revisiones periódicas al oftalmólogo que deben acompañar al hecho de cumplir años y de estar atento a los posibles síntomas, se aconseja evitar los factores de riesgo como el tabaco. Junto a dejar de fumar en caso de que se tenga el hábito, y más aún si se tiene predisposición familiar a la degeneración macular, es aconsejable llevar una dieta rica en vitaminas específicas para la retina, como la luteína y la zeaxantina, en minerales y en omega 3. Los estudios de investigación están demostrando que este tipo de alimentación ejerce un efecto protector.