El poder de la cronoterapia para tu salud: ¿importa la hora a la que tomas un medicamento?

  • En oncología, ajustar la administración de inmunoterapia a ciertos horarios puede aumentar su eficacia

  • Esta disciplina, que propone sincronizar los fármacos con nuestros biorritmos, aún necesita mucha investigación

  • Existen otros estudios referidos al tratamiento de la hipertensión y cardiopatías, pero sus resultados son aún contradictorios

Un ratón es de naturaleza nocturna. Aprovecha la noche para aparearse, pelear, buscar comida o correr, además de echar alguna cabezadita. Pero de su ajetreada vida noctámbula hay un detalle que ha cobrado especial interés científico: la activación de su sistema inmunitario. Para María Casanova-Acebes, bióloga del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y directora del Grupo de Inmunidad y Cáncer, esta es la pista que sigue para estudiar la respuesta del tumor cuando se aplica un tratamiento de inmunoterapia a determinada hora del día. Y los resultados, al menos en los modelos preclínicos realizados con roedores, son prometedores.

Hasta diez veces más eficaz por la tarde

La respuesta antitumoral de inmunoterapia en estos animales aumenta hasta diez veces cuando se administra el tratamiento de inmunoterapia por la tarde. Es el momento de intervenir para frenar el avance de las células tumorales por el organismo. En oncología, la cronoterapia – que estudia la relación entre tumor, sistema inmunitario y biorritmos- se valora desde hace tiempo como una opción para aumentar la eficacia antitumoral. De acuerdo con esta disciplina, sería conveniente aprender a sincronizar en humanos los fármacos con los biorritmos, que son los mecanismos moleculares que permiten a nuestras células reconocer qué hora es. Esos ritmos biológicos que pueden interactuar con los fármacos serían el ciclo celular, el ciclo ovárico femenino, el sueño y vigilia o diferentes variaciones hormonales.

En humanos ya se ha comprobado este efecto en pacientes con estadios avanzados de melanoma y en personas vacunadas contra la COVID. Ambos tratamientos resultaron más efectivos, según Casanova-Acebes, cuando se administraron por la mañana que por la tarde, coincidiendo con nuestro período de mayor actividad.

Respaldo de la comunidad científica europea

El grupo que lidera esta investigadora acaba de conseguir una financiación de 1,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación. Esto le permitirá centrarse en los próximos años en ese eje de inmunidad innata, ya que en la actualidad no existen fármacos que modulen de manera específica su actividad temporal. El objetivo final es identificar "ventanas temporales en las que el rendimiento terapéutico es mayor", para ajustar la aplicación de los tratamientos a estos horarios y aumentar su efectividad.

Además, gracias a un acuerdo de colaboración entre el Biobanco del CNIO y la Asociación Española de Tripulantes de Cabina de Pasajeros, el proyecto incluirá un seguimiento de cinco años a tripulantes de vuelos de corto rango y otros de muy largo recorrido, para comparar cómo se modifican los biorritmos de las células del sistema inmunitario cuando se ven sometidos a alteraciones de sus ritmos circadianos en viajes transoceánicos. Los resultados serán útiles en oncología, pero también para patólogos, alergólogos y especialistas centrados en la fisiología del pulmón y del sistema inmunitario.

¿Es mejor vacunarse a primera hora?

La cronoterapia, que no siempre ha disfrutado de buena prensa, va abriéndose paso con un goteo incesante de estudios epidemiológicos y ensayos clínicos. En 2011, un equipo de investigadores de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, puso en marcha un experimento con un grupo de ancianos que iba a vacunarse contra la gripe. Parte de la muestra recibió la inmunización entre las 9 y 11 de la mañana. El resto, a primera hora de la tarde. Al analizar su evolución, los científicos comprobaron que los niveles de anticuerpos eran más altos entre quienes se habían vacunado a primera hora del día.

Se ha analizado también si la hora puede ser decisiva en el éxito o fracaso de un medicamento en enfermedades como la hipertensión, el asma, la artritis o las alergias, pero las conclusiones no son contundentes. Es el caso de un estudio desarrollado en la Universidad de Vigo que concluyó que tomar los anhipertensivos por la noche podría reducir en un 45% el riesgo de complicaciones cardiovasculares y ayudaría a controlar mejor la tensión arterial. Aunque fue publicado en 2019 en la revista European Heart Journal, miembros de varios comités de guías de hipertensión, pusieron en entredicho sus conclusiones por estar poco documentado y por el peligro que supondría para pacientes que experimentan presión arterial muy baja durante la noche, un riesgo especialmente elevado en ancianos.

El horario no mejora los resultados cardiovasculares

Lo mismo ocurrió con el estudio Treatment in Morning versus Evening (TIME), en el Reino Unido, con una muestra de 21.104 pacientes adultos hipertensos a los que se dividió con el fin de aplicar la medicación antihipertensiva bien por la mañana, bien por la noche. La mortalidad al final del estudio, 5,2 años después, fue de un 4,2% en el grupo de dosificación vespertina y 4,1% en el de dosificación matutina.

Los autores concluyen que "tomar la medicación por la noche no fue perjudicial, pero tampoco proporcionó un beneficio adicional en comparación con la dosis matutina. Por lo tanto, se debe advertir a los pacientes que no necesitan cambiar el horario de dosificación de sus medicamentos antihipertensivos, pero que pueden optar por tomarlos en el horario que mejor les convenga, porque el horario no influye en los resultados cardiovasculares".

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