El cerebro es el órgano más importante que tenemos, encargado de regular todas nuestras funciones vitales, el que nos permite llevar a cabo acciones tan dispares como pensar, hablar, escribir, recordar, sonreír o respirar. Pero según la vida que llevemos y las cosas que hagamos, desarrollaremos un tipo de cerebro u otro, nos guiarán unas emociones u otras, tendremos unos pensamientos o los contrarios. De los complejos mecanismos de funcionamiento de nuestra mente escribe la neurocientífica Sara Teller en 'Neurocuídate: Conoce los secretos de tu cerebro para mejorar tu vida' (Aguilar, 2023).
Si nuestro mundo depende de la forma en que usamos el cerebro, la física y doctora en neurociencia nos invita a hacernos las preguntas que nos ayuden a aumentar nuestra comprensión de cómo pensamos, sentimos y vivimos. El objetivo es "ver todo lo que sucede en nuestro cerebro según las cosas que hacemos en nuestro día a día y cómo podemos hacer para cuidarlo bien y ganar en bienestar y salud mental".
¿Por qué deberíamos ejercitar nuestro cerebro?
No se trata de ejercitar nuestro cerebro las 24 horas, sino de encontrar un buen balance entre tenerlo estimulado y atento y a la vez relajado y en calma. En esta sociedad en la que vivimos en la que tendemos a estar rodeado de pantallas, hiperestimulados, y con la presión de producir a diario, creo de hecho más necesario justamente darle tiempo de relajación, de mayor descanso y ejercitarlo menos en este sentido.
¿Qué es el estado de flow que mencionas en el libro y cómo podemos alcanzarlo?
El estado de flow es un estado increíble que llegamos al estar inmersos completamente en una tarea. Cuando estamos 100% concentrados en algo, nos olvidamos del paso del tiempo, de nosotros mismos y estamos ahí tan solo disfrutando del momento. Cuando esto sucede podemos decir que hemos entrado en estado de flow. Puede venirte a la cabeza la imagen del típico músico que cuando toca está tan absorto en lo que hace que parece que esté en otro mundo, cuando eso ocurre, es que está en estado de flow.
Se ha visto que en este estado nuestro cerebro se vuelve más productivo y creativo. Existen dos condiciones iniciales que fomentan este estado. La primera es la liberación de dopamina, una neuroquímica que se segrega cuando estamos muy motivados haciendo algo, cuando estamos con muchas ganas, disfrutando de la tarea que llevamos entre manos. La segunda condición es que el grado de dificultad de la tarea sea óptimo (niveles adecuados de noradrenalina). Si es muy fácil, nos aburriremos, perderemos la atención. Si es muy elevado, nos bloquearemos, procrastinaremos. Necesitamos tener una atención óptima en el proceso para poder entrar en estado de flow.
¿Qué moviliza más al cerebro, el placer o el miedo?
Realmente el miedo es una emoción mucho más urgente y potente que el placer. Evitar el miedo te moviliza mucho más. Por ejemplo, si estás paseando por el bosque y de repente ves un león, el miedo hará que salgas corriendo y en ese momento, no importa si ves flores preciosas o algo que te guste. En ese momento el placer queda a un lado, puede esperar. Siempre digo que el principal objetivo del cerebro es sobrevivir. El miedo es una de las emociones primarias más potentes que nos ayuda a ello. Después una vez el cerebro se siente protegido y en calma ya puede ir en busca del placer.
¿El perfeccionismo es bueno o malo?
Un poco de perfeccionismo es bueno, nos ayuda a controlar que no haya errores en aquello que hacemos, y nos ayuda a realizarlo de la mejor manera posible. El problema es el abuso, entonces se convierte en un perfeccionismo disfuncional o neurótico. En estos casos, sentimos constantemente miedo a no hacerlo bien, miedo al error. Y nuestro esfuerzo se vuelve infinito, nos desgasta mucho, ya que por mucho que hagas sientes que aquello nunca está suficiente bien. Este tipo de perfeccionismo aumenta la ansiedad y es muy poco neurosaludable.
Tres consejos para que nuestro cerebro mejore y sea más creativo
Relacionarse con otras personas es una de las cosas más neurosaludables que podemos hacer. Hay un estudio muy famoso hecho en la Universidad de Harvard donde se vio que el factor número uno que nos hace ganar en bienestar personal y en longevidad son las buenas relaciones sociales. Si además nos interesamos y preguntamos mucho a las personas con las que estamos, esto puede ayudar a fomentar nuestra creatividad.
Movernos físicamente también es otra de las actividades que podemos hacer para cuidar de nuestro cerebro. Ya se ha visto que realizar ejercicio físico de manera regular ayuda a ganar en salud mental, emocional, potencia nuestras habilidades cognitivas y reduce el deterioro cognitivo. Mover el cuerpo ayuda a la plasticidad neuronal, lo que también nos ayudará a ganar en creatividad.
Si en vez de mirar tanto el móvil tomamos descansos durante el día (ya sea cuando estamos en el metro, saliendo del trabajo, en el ascensor,...) nos ayudará enormemente a relajar, a equilibrar nuestro sistema nervioso, a descansar la mente, regenerar nuestro cerebro y ganar en creatividad.
¿Cómo afecta el deseo al cerebro? ¿Y el amor?
Cuando sentimos deseo sexual las protagonistas de la “fiesta” son la testosterona y los estrógenos. La testosterona nos ayuda a tener libido mientras que los estrógenos nos ayudan a tener un cuerpo que sea sexualmente activo. En cambio, en el amor la gran estrella es la oxitocina, que la liberamos cuando estamos con un ser querido o cuando nos tocan, nos abrazan por ejemplo. Esta hormona te hace sentir querida, tranquila, en calma y en confianza. Es curioso porque la actividad que más partes del cerebro activa a la vez es el orgasmo. Una de las partes que tiene que desconectarse es una vinculada a la razón. En el amor el cerebro se estabiliza y las partes que se ven activas nos ayudan mejor a conocer nuestro estamos mental y emocional.
¿Es posible que el ser humano sea feliz permanentemente?
Primero tendríamos que discutir que se entiende por felicidad, pero si es sinónimo de estar siempre alegre, entonces la respuesta es no. El cerebro no puede estar en estado de alegría permanente. Existen muchas emociones necesarias para nuestro día a día y que tienen su utilidad a nivel evolutivo como son el miedo, la ira o la tristeza. Parece que estas emociones a veces nos desagradan, pero la realidad es que sí o sí las vas a sentir, son necesarias. Para mí, es mejor aceptar que la vida trae de todo, que está llena de colores y está bien que así sea.
Por otro lado, cada vez estoy más convencida que lo que nos genera mucho bienestar es tener un cerebro en calma que se sienta protegido y querido. Rodeándonos de nuestros seres queridos y autocuidándonos, activamos el sistema de apego del cerebro, que nos hace sentir un estado relajado y en confianza. Si además elevamos la neuroquímica de la felicidad haciendo cosas que nos gustan, que nos resultan placenteras y que son saludables, aún elevaremos más esa sensación de bienestar y de gozo.
¿Cómo influyen las redes sociales en nuestro cerebro?
Aún no se sabe 100% como influyen las redes sociales en nuestro cerebro, pero sí se sabe que estas juegan con algo que nos afecta mucho: el hecho de que nos gusta gustar y nos sienta mal sentir rechazo.
Cuando gustamos, cuando recibimos una valoración positiva en las redes, se activa la red de recompensa del cerebro y se libera dopamina, neuroquímica que nos hace sentir bien, motivados y con ganas de recibir más de aquello. Por el contrario, cuando no recibimos esa recompensa, o peor aún, cuando alguien nos critica por las redes o en directo, se activa la “red de dolor” del cerebro. Una red que se activa tanto cuando sentimos dolor físico como cuando sentimos ese “dolor social” (cuando nos sentimos abandonados o rechazados socialmente). Así es que, por un lado, te encanta y te adicciona recibir feedback positivo, y nos sienta fatal el negativo. Este juego emocional que encima es variable, no cada día recibimos lo mismo, es lo que hace que nos enganchemos a las redes.
¿Qué podemos hacer para combatir la nomofobia?
La fobia a perder nuestro móvil es algo que cada vez angustia más a las personas. De hecho, hay un estudio en que los participantes afirmaron que preferían estar una semana sin sexo a pasar una semana sin móvil. Parece que ahora ya no sepamos vivir sin él, cuando en el fondo también ganamos mucho tiempo y mucho espacio mental cuando nos mantenemos desconectados de este aparato. Por eso, para combatir esta fobia es importante tener consciencia de todas las cosas que puedes hacer de más gracias a pasar menos tiempo delante del móvil. Cogemos el móvil unas 150 veces al día, y gastamos más de 2h. ¿Qué harías con ese tiempo? ¿a qué se lo dedicarías? Un día sin móvil puede ser un día para aprovechar y hacer aquello que crees que nunca tienes tiempo de hacer. Date ese tiempo de más para ti, permítete ese regalo. Si lo enfocas así, seguro que el miedo desaparece.
¿Las nuevas tecnologías son buenas o malas para el cerebro?
En el caso de las redes sociales y las nuevas tecnologías nada es tan blanco o negro, más hablando de algo que ha llegado para quedarse. Por un lado, como hemos comentado, estas pueden engancharnos, adicionarnos y hacer que perdamos tiempo para hacer otras cosas realmente más prioritarias. También es cierto que las redes pueden llegar a estresarnos, más si ya sufrimos de estrés de entrada. También estar siempre conectado 24/7 (24h, 7 días a la semana), crea una demanda interna que resulta ser uno de los primeros factores de burn out.
Aún así las redes consiguen que muchas personas introvertidas encuentren su lugar de seguridad y de conexión, o jugar a según qué videojuegos fomenta el aprendizaje. Muchas de las nuevas tecnologías promueven la plasticidad neuronal. También cabe decir que la mitad de las parejas que se forman hoy en día es gracias a las redes. No podemos tampoco demonizarlas, sencillamente necesitamos tener un uso más consciente de ellas para que estas no nos controlen y nos condicionen la vida.
¿Por qué dormir bien es tan importante para nuestro cerebro?
Dormir bien es uno de los principales pilares para neurocuidarse. Cuando dormimos el cerebro aprovecha para limpiarse de los desechos del día, se repara y se reajusta para todo lo que tenga que venir. El cuerpo se regenera tanto cerebralmente como físicamente. A parte, cuando dormimos se consolida bien el aprendizaje y la memoria, y ganas en creatividad, entre muchas otras cosas.