Yoga visual: ¿funciona o no?

  • Paul McCartny aprendió ejercicios de yoga ocular que ha seguido practicando toda la vida

  • El yoga ocular puede mejorar la vista o reducir la necesidad de gafas

  • Ofrece alivio de la tensión ocular, particularmente en la era digital, donde muchos sufren de tensión ocular digital

El yoga ocular, yoga visual o yoga para los ojos posiblemente sea algo que últimamente has escuchado más de la cuenta. Pero, ¿qué es? Se trata de un conjunto de ejercicios y prácticas que tienen como objetivo mejorar la vista y aliviar la tensión ocular. Estas prácticas tienen sus raíces en las antiguas tradiciones indias, pero, como muchas prácticas tradicionales, se han adaptado y evolucionado con el tiempo recibiendo influencias externas que se han integrado.

Ainhoa de Federico, profesora investigadora de la Universidad de Toulouse y autora del 'Método Volver a ver claro', aclara que lo del “yoga visual” es un asunto de términos que se han popularizado a lo largo de unos 100 años, y nos anticipa que sí funciona para prevenir y solucionar de forma natural muchas afecciones en nuestros ojos.

La historia del yoga ocular

Dentro del desarrollo propio dentro del yoga, el gurú del yoga B.K.S. Iyengar (1918 - 2014) incorporó y recomendó movimientos oculares específicos en sus enseñanzas, que creía que podrían beneficiar la salud ocular. Se cuenta que Iyengar, en sus años de enseñanza, observó que muchos de sus estudiantes, especialmente aquellos que eran académicos o escritores, tenían problemas de vista debido a la lectura constante. Para ayudarles, incorporó ejercicios oculares en sus rutinas de yoga. Estos consisten en movimientos que favorecen el estiramiento de los músculos de los ojos mirando en diferentes direcciones.

En este sentido podemos contar una anécdota conocida, a través de otro de los grandes gurús. En 1968, los Beatles llegan a India a visitar el ashram de Maharishi y, en particular, Paul McCartny cuenta cómo aprendió ejercicios de yoga ocular que ha seguido practicando toda la vida y le han permitido hasta ahora, con más de 80 años, evitar tener que llevar ningún tipo de gafas, ni siquiera para leer. Las únicas gafas que habrás visto llevar al exBeatle son las de sol y más por moda que otra cosa.

Ahora bien, antes que Iyengar ejerciera, ya habían llegado a India los trabajos de investigación científica del oftalmólogo William H. Bates (1860 - 1931), pionero en Visión Natural, con lo que es posible que sus propuestas de ejercicios para los ojos hayan influido en el “yoga ocular” que se popularizó en India. La llegada temprana del Método Bates a India se debe al Dr. Agarwal, un oftalmólogo indio que fue discípulo directo del Dr. Bates.

Tan pronto como en 1930, el Dr. Agarwal desarrolló una clínica en Pondicherry, en el sur de la India por la que pasaron cientos de miles de personas, con un abordaje muy interesante: las personas podían quedarse a practicar tanto tiempo como quisieran y participar en un programa de actividades que permitía educar y acompañar a muchas personas al mismo tiempo. Se comenzaba por una evaluación de la vista y después se iba pasando por salas por las que se practicaban ciertas técnicas del Método Bates. En el contexto cultural de la India a esto se le llamó yoga ocular.

El trabajo en el centro de Pondicherry continuó más allá del fallecimiento del Dr. Agarwal hasta la actualidad, y es precisamente allí donde Manuel Palomar, el pionero de la introducción del yoga ocular en España, o lo que sería el Método Bates, se formó hace más de 30 años.

Después de cerca de 100 años de trayectoria, esta disciplina integra diferentes áreas científicas, como la oftalmología, la optometría, la neurobiología y las neurociencias, la epigenética, la nutrición, los estudios de la postura, la psicología, la antropología, la sociología y la historia.

Sus beneficios

Hoy en día, en los países occidentales se ha incorporado a las rutinas de bienestar para contrarrestar los efectos del tiempo prolongado frente a las pantallas y otras demandas visuales modernas.

Los ejercicios de yoga ocular, o Método Bates, suelen implicar movimientos oculares específicos, ejercicios de enfoque y palmeo. Estos pueden ofrecer alivio a la tensión ocular, especialmente para aquellos que pasan periodos prolongados frente a pantallas digitales. La lógica aquí es simple: al igual que nuestros cuerpos se benefician del movimiento y estiramiento después de estar en una posición durante largos períodos, nuestros ojos pueden beneficiarse de un movimiento variado.

Los defensores afirman que el yoga ocular puede mejorar la vista o reducir la necesidad de gafas, la experiencia y ejemplo de muchas personas que se han beneficiado de ello muestra que es posible. Por otra parte, los detractores dicen que hace falta más evidencia científica para establecer su eficacia de manera formal.

En cualquier caso, el yoga ocular puede ofrecer alivio de la tensión ocular, particularmente en nuestra era digital, donde muchos sufren de tensión ocular digital. También se alinea con el enfoque holístico del bienestar que promueve el yoga.