Diez remedios de tu abuela rockera contra la tos de noche que siguen funcionando
La tos es un síntoma de ciertas patologías que, aún siendo molesto, no siempre hay que eliminar
Las causas más comunes de la tos aguda tienen su origen en las infecciones de las vías respiratorias altas: resfriados, faringitis, bronquitis aguda, neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el goteo postnasal, muy habitual en las sinusitis
La posición horizontal del sueño hace que las vías aéreas superiores, como la faringe, se estrechen y que las secreciones se acumulen en el fondo de la garganta, provocando los ataques de tos nocturna
La tos es un síntoma común de distintas patologías y alergias. Su prevalencia oscila del 10% al 30%, según la Sociedad Española de Sociedad Española de Neumología y CIrugía Torácica (SEPAR).
Aunque es un síntoma molesto, no siempre es bueno eliminarla. Se trata de un acto reflejo protector cuya función es expulsar los cuerpos extraños o secreciones que puedan irritar los bronquios, tráquea o laringe como impurezas, gases, el humo del tabaco, los gérmenes, el aire excesivamente frío o caliente o trozos de comida. Tampoco suele ser motivo de alarma, sobre todo si es aguda, es decir, de menos de cuatro semanas de duración. Sin embargo, existen muchos tipos de tos y, en función de su frecuencia o intensidad, puede impactar en gran medida en la calidad de vida del paciente.
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Causas
Las causas más comunes de la tos aguda tienen su origen en las infecciones de las vías respiratorias altas: resfriados, faringitis, bronquitis aguda, neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el goteo postnasal, muy habitual en las sinusitis.
Una de las peores variantes es la tos crónica, derivada de la bronquitis crónica, el asma bronquial, el reflujo gastroesofágico (ERGE) y también, nuevamente, el goteo postnasal. Además, algunas alergias pueden causar distintas variantes de tos, de diferente intensidad y frecuencia. Pero quizá la tos más molesta es la que se produce por la noche.
¿Por qué tosemos más de noche?
Según los expertos, no es del todo cierto que tosamos más de noche, aunque al estar inactivos, en periodo de descanso, puede notarse más. Además, la posición horizontal del sueño hace que las vías aéreas superiores, como la faringe, se estrechen y que las secreciones se acumulen en el fondo de la garganta, provocando los ataques de tos.
La peor consecuencia es que la tos nocturna impide el descanso y la correcta recuperación del organismo. Se crea, por tanto, un círculo vicioso en el que se tose más por el día a causa de un descanso nocturno poco reparador. Esta falta de sueño hace también que en la actividad diaria estemos menos concentrados y más irritables. El organismo, en resumen, está cansado y falto de energía. Por eso, es importante calmar la tos nocturna. Los especialistas de Laboratorios Cinfa han elaborado un decálogo para paliar esta molestia. Se trata de remedios que poco tienen que ver con los medicamentos, sino con el estilo de vida y muchos de ellos tienen que ver con lo que llevas oyendo en casa toda la vida. En esto de la tos, tu abuela tenía razón.
¿Cómo controlar la tos de noche?
- Mantén la humedad de la habitación. Lo ideal es que haya una humeda de al menos el 40%. Los ambientes secos irritan las vías respiratorias y agravan la tos. En cualquier caso, mejor no abusar de la calefacción.
- Eleva el cabecero o la almohada. Cuando la tos afecta a niños pequeños, es conveniente inclinar el colchón de la cuna o la cama. El objetivo es que pase el aire por las vías aéreas y no se dé el goteo postnasal.
- Realiza lavados nasales. Si antes de ir a dormir limpiamos el interior de la nariz con agua de mar o sueron fisiológico, hidrataremos esos tejidos y los libraremos de impurezas, algo que facilitará el descanso.
- Toma infusiones con miel. Cualquier infusión calmante, como la manzanilla, con miel ayudará a calmar los tejidos irritados. Sin embargo, evita los caramelos de mentol, ya que es un agente irritante.
- Bebe suficiente agua. Un adulto sano necesita unos 35 ml de agua al día por kilo de peso, según la OMS. Por tanto, una persona de 50 kg necesita 1,7 litros; una de 60 kg, 2,1 litros; una de 70 kg, 2,4 litros; y una de 80 kg, 2,8 litros. En este ratio se incluyen caldos, zumos e infusiones. Es particularmente bueno que se haga antes de ir a dormir.
- Respira profundamente y traga saliva. Este consejo es útil ante un ataque de tos repentino.También puedes beber agua que no esté fría o, si es posible, una bebida caliente con una cucharada de miel.
- Evita los ambientes con humo. El humo es un agente irritante. Si eres fumador, intenta dejar el hábito y si eres fumador pasivo, trata de evitar ese espacio o pide que dejen de fumar.
- Busca ayuda profesional. Cuando la tos es muy intensa, no deja descansar y hay otros síntomas añadidos, como fiebre, dificultad para respirar o expectoración mucosaa, es necesario acudir al médico.
- Cuidado con los alérgenos. Si eres alérgico, es prioritario que conozcas los alérgenos que pueden afectarte; por ejemplo, en caso de alergia al polen, a los ácaros... En este último caso, hay que mantener bien ventiladas las habitacione y limpiar el polvo de las superficies con un paño húmedo.
- Controla lo que comes. Sí, lo que comes puede tener que ver con tu tos. El reflujo gastroesofágico (ERGE) puede provocar irritación en la garganta y tos nocturna. En este caso, además de recurrir al médico, hay que evitar los alimentos que la propicien como son los ricos en grasas o los picantes. También es bueno hacer cenas ligeras y hacer la última comida del día a horas tempranas.