¿Quieres bajar tu consumo de azúcar? Cuatro alternativas saludables con las que puedes empezar
El consumo elevado de azúcares se asocia con diversas patologías como sobrepeso, obesidad o alteraciones hepáticas
Existen varias alternativas saludables a la sacarosa, muy fáciles de introducir en la dieta
El orden en que ingieres los alimentos influye en tus niveles de azúcar: ¿qué debes comer primero?
Qué difícil resulta a veces reducir el consumo de azúcar blanco refinado a cierta edad y elegir alternativas más saludables que nos eviten el aporte calórico y los distintos problemas de salud con los que se lo relaciona, desde la obesidad a la diabetes, pasando por distintas enfermedades coronarias o problemas de memoria derivados de un abuso de la fructosa, como ya concluyó un estudio de 2016 de la Universidad de California: “Una dieta alta en fructosa a largo plazo altera la capacidad del cerebro de aprender y recordar información”. Es tan omnipresente que hasta los alimentos con los que menos lo relacionamos contienen azúcar fantasma en alguna proporción. Ni siquiera los mal llamados ‘saludables’ como los yogures light o las barritas dietéticas se libran.
Si bien no siempre es posible eliminarlo completamente de nuestras pautas de consumo, es cierto que cada vez más tenemos más alternativas saludables en el mercado que nos van a permitir reducir el aporte calórico. Conviene recordar algo fundamental: cualquier edulcorante, incluso uno natural, también debe tomarse con moderación, ya que consumirlos en exceso puede tener efectos negativos sobre nuestra salud parecidos a los de su ‘hermano malo’.
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Stevia
La FDA aprobó este edulcorante natural en 2008. Con el paso de los años, cada vez más personas deciden endulzar las bebidas con ella y prescindir del azúcar refinado, más perjudicial para la salud. Eso sí, el sabor, más amargo y particular de lo que estamos acostumbrados, no es para todo el mundo. Algunos estudios ya aseguran que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. No contiene calorías ni eleva los niveles de azúcar en sangre, así que es una muy buena opción para quienes siguen una dieta estricta y quieren bajar de peso.
Jarabe de arce
Un aliado estupendo para quienes quieran sustituir progresivamente el azúcar por productos ‘hermanos’ más amables con el cuerpo. Fuente de manganeso y antioxidantes, y su sabor lo hace ideal para recetas como las tortitas o los gofres. En este caso es bastante más calórico que otros sustitutos, así que hay que consumirlo con moderación.
Sirope de Yacón
Este edulcorante natural proveniente de América del Sur se obtiene de la raíz del yacón, un tubérculo bajo en almidón. Su índice glucémico es mínimo y no causa picos en los niveles de azúcar en sangre. Gracias a su alto contenido en fructooligosacáridos, su capacidad prebiótica es beneficiosa para nuestra salud intestinal, mejora la digestión y absorción de nutrientes y fortalece el sistema inmunológico.
Xilitol
Una de las principales ventajas de este azúcar de alcohol es que tiene un índice glucémico relativamente bajo. Su valor calórico es mínimo, casi la mitad de calorías por gramo que las del azúcar o la sacarosa. Entre sus beneficios, el de la salud bucodental, pues puede ayudarnos a prevenir las caries.
No es la única ventaja frente al azúcar refinado. Refuerza nuestro sistema inmune, aumenta la producción de colágeno y reduce el envejecimiento, nos protege de distintas enfermedades bacterianas y mejora la densidad ósea, como ya apuntan distintos estudios.
Azúcar de dátil
Un producto similar en textura y apariencia al azúcar granulado tradicional. Resulta una alternativa bastante más saludable gracias a los nutrientes naturales (fibra, potasio, magnesio y vitaminas del grupo B), un menor índice glucémico que no provoca picos tan drásticos en los niveles de azúcar. A favor, también, el sabor, que es delicioso y le aporta un extra muy interesante a preparaciones muy distintas, desde batidos a pasteles.
Panela
A diferencia del azúcar, este edulcorante natural extraído de la caña de azúcar, muy popular en Latinoamérica, no se refina. Su proceso de fabricación mínimo permite que conserve minerales imprescindibles como calcio, hierro y magnesio en una proporción más alta que el de los azúcares blancos y morenos. Es rica en vitaminas A, B, C, D y E, beneficiosa para nuestros huesos por su alto contenido en calcio, y además reduce drásticamente la glucosa en sangre y refuerza nuestro sistema inmune.