Limpiar los oídos: seis consejos para acabar con las molestias de un tapón
Para solucionar una obstrucción auditiva se pueden aplicar técnicas sencillas y muy efectivas
Muchos piensan que los bastoncillos son la mejor herramienta, pero nada más lejos de la realidad
La rutina de una entrenadora japonesa para mantenerse en forma hasta los 92
La cera de los oídos tiene una función natural de la defensa del cuerpo, cubre y protege el conducto auditivo al atrapar la suciedad y retrasar el crecimiento de las bacterias. Se trata de un proceso normal que se genera por las glándulas sudoríparas modificadas, presentes en el conducto auditivo externo. Tiene propiedades antibacterianas y posee un PH ácido normal, lo que contribuye a un ambiente poco propicio para los patógenos.
La producción de cerumen puede verse estimulada por motivos como transitar por una zona polvorienta, lo que produce un exceso de cerumen a fin de eliminar el polvo. Los auriculares utilizados durante mucho tiempo también son grandes enemigos de los oídos.
MÁS
La cera de los oídos solamente debe sacarse si causa síntomas como disminución de la audición, malestar o taponamiento del oído. En ese caso, hay que saber que los hisopos o bastoncillos son el instrumento perfecto para limpiar el interior del oído, pero nada más lejos de la realidad.
Los típicos bastoncillos de las orejas pueden introducir la cera a mayor profundidad, compactarla como un tapón o incurrir en el riesgo de perder el algodón en el oído. Estos utensilios deben reservarse para la limpieza de los pliegues de la oreja y el pabellón auricular. Tampoco se deben utilizar palillos de madera u otros elementos para sacar la cera del oído.
Ante obstrucciones de cerumen leves o para aliviarse antes de recurrir al especialista, hay una serie de medidas que pueden propiciar que se disminuya la cantidad de cera o, incluso, destapar el oído.
Consejos para destaponar el oído
- Agua y sal. Echar una cucharada de sal (5 g) en una taza que contenga unos 125 ml de agua y revolver hasta que quede bien disuelta. Luego, humedecer un trozo de algodón con la mezcla y dejar caer algunas gotas del líquido en el oído. Mantener la cabeza inclinada durante unos 3 minutos para que el agua llegue al interior. Después realizar el movimiento inverso para que drene y limpiar la parte exterior para remover la cera blanda.
- Inyectar solución de agua estéril con una jeringa. Para este caso, se requerirá de la ayuda de otra persona que tenga buen pulso para que inyecte el líquido en el interior del oído tapado. Utilizar agua estéril, si es posible tibia e inyectarla con una jeringa de manera sostenida, sin darle demasiado impacto al introducir la sustancia. En un rato, el cerumen caerá.
- Gotas de agua oxigenada. Colocar en un recipiente -como una taza o un vaso- agua tibia y agua oxigenada en partes iguales. Luego con un gotero llenar el oído afectado y dejar actuar por un período de 3 a 5 minutos, después inclinar la cabeza para sacar el líquido y enjuagar el oído con agua tibia.
- Té de manzanilla. Mojar un algodón en una infusión de manzanilla, luego echar 3 gotas adentro del oído y dejar el líquido allí unos 20 minutos con la cabeza inclinada. Finalmente, incorporarse, de esta forma se ablandará la zona.
- Gotas óticas. Las gotas anticeruminosas suelen ser recomendadas por los especialistas para los casos en los que el oído está muy tapado. El objetivo es que la zona se ablande como para que posteriormente el otorrinolaringólogo lo termine de extraer a través de la otoaspiracion, un procedimiento sencillo que se realiza en consultorio, en el que se extrae la cera del conducto auditivo externo mediante aspiración y bajo visión microscópica. Sin embargo, si el cerumen es leve, puede deshacerse con la sola aplicación de la sustancia otológica. Deben echarse 4 o 5 gotas, 4 veces al día. Se aconseja, no colocarse ningún algodón ni utilizar hisopos en el oído.
- Calor. Un remedio casero muy usado por nuestras abuelas y que tiene resultados más que interesantes es utiliza una compresa caliente que ablandará el cerumen. Lo único que debes hacer es calentar una compresa (por ejemplo, las que llevan agua en el interior) y aplicar sobre la oreja afectada hasta que se enfríe. Otra opción es colocar una toalla mojada con agua caliente