Cinco alimentos nootrópicos que te ayudarán a concentrarte
La industria pretende que consumamos sustancias nootrópicas para favorecer la concentración cuya eficacia no acaba de demostrarse
Sin embargo, muchos alimentos de nuestra dieta mediterránea ya son nootrópicos y ayudan a ralentizar el envejecimiento neuronal
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Queremos cumplir años con salud, con energía y con cabeza para seguir aprendiendo y disfrutando cada día. La alimentación es nuestro mejor aliado porque tenemos la posibilidad de no consumir aquellos totalmente perjudiciales y de incorporar platos al menú que ayudan a amortiguar el normal envejecimiento celular del organismo. Es más, incluso hay determinados alimentos nootrópicos para concentrarse tal como nos ha explicado a Uppers nuestro nutricionista de confianza.
El cerebro todavía es un gran desconocido. La investigación científica está invirtiendo grandes esfuerzos en demostrar cómo algunas legumbres, verduras o frutos secos, que califican como nootrópicas, mejoran los procesos metabólicos cerebrales. En concreto, favorecen que las neuronas capten tanto la glucosa como el oxígeno al igual que absorben los aminoácidos y los electrolitos, todo ello para potenciar funciones básicas que se ven afectadas por el envejecimiento: la cognición, la memoria, la atención, la concentración y la orientación. El nombre de nootrópico viene del griego nous que significa mente y de tropos que se refiere a dirección, es decir, son elementos, en este caso alimentos, que “dirigen o apoyan la mente para su mejor funcionamiento”.
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Todavía no se dispone de suficiente información ni estudios que aseguren la acción de los nootrópicos, de cómo actúan y cuáles son los mecanismos que ponen en marcha. Por el momento, con los datos que se tienen, se cree que “podrían mejorar la disponibilidad de suministro de neuroquímicos en el cerebro al activar el metabolismo cerebral, mejorar su oxigenación y estimular la neurogénesis, es decir, el crecimiento y recambio neuronal”.
Igualmente, cabe la posibilidad de que los nootrópicos “proporcionen la transferencia de información interhemisférica” y funcionen como facilitadores del aprendizaje porque favorecen la concentración. Los investigadores apuntan que al aumentar el riego sanguíneo funcionan como una barrera contra el daño celular del cerebro y el declive cognitivo. Además, actúan como neurotransmisores, de modo que tienen efectos sobre la conducta y la capacidad mental.
Hoy ya se comercializan compuestos químicos que supuestamente son nootrópicos, pero todavía se carece de informes científicos que sustenten los resultados que prometen función. Lo que sí está claro es que una sustancia nootrópica no debe tener un efecto “sedante, tranquilizante, estimulante, alucinógeno o vasodilatador”. Además, no debería generar efectos secundarios, pero sí demostrar que provoca un “aumento de la actividad metabólica del cerebro”.
Por su parte, ciertos alimentos y plantas de forma natural sí cuentan con estas sustancias nootrópicas que tienen la capacidad de “amplificar las capacidades cognitivas”, tanto el rendimiento mental, como la energía o la concentración. Como pista, en ellos están muy presentes minerales como el Magnesio, el Zinc, el Hierro, el Yodo o el Potasio y las Vitaminas A, E, C, D2, B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 o B12.
Dentro de la dieta mediterránea, hay bastantes alimentos calificados como nootrópicos, muy amigos del cerebro porque mejoran sus funciones y por tanto ayudan a concentrarse. Hemos seleccionado los cinco más accesibles y relevantes:
1. Los huevos
El huevo es un alimento estrella por su valor nutricional: es uno de los más ricos en proteínas, en vitaminas del grupo B y en grasas de calidad buenas para el organismo. De su composición lo interesante para las funciones cerebrales es su contenido en colina: “un precursor de la acetilcolina, una neurohormona que parece proteger de enfermedades degenerativas cerebrales, como la demencia senil o el Alzheimer”, al igual que tiene un papel clave en la regulación del ánimo y en la inteligencia.
2. Las nueces
Principalmente, este fruto seco tiene altos niveles de ácidos grasos omega 3 y omega 6, que ayudan a prevenir el deterioro cognitivo y favorecen el aprendizaje. De la misma forma, su contenido en minerales como el magnesio y en vitaminas E y B6 además de en polifenoles igualmente benefician la memoria y la concentración.
3. El cacao
El contenido en flavonoides del cacao, por su potente función antioxidante, estimula el rendimiento intelectual. La puntualización del nutricionista es que debe estar presente en una concentración muy elevada para que haga su función y beneficie al cerebro. Esto quiere decir, que, en una tableta de chocolate, el cacao actuaría como nootrópico siempre que sea puro o como mínimo su contenido sea mayor del 70%.
4. El brócoli y las verduras de hoja verde
Tanto el brócoli como otros vegetales de hoja verde como el kale están recomendados para los pacientes con Alzheimer por su elevada concentración en antioxidantes, carotenoides, minerales y vitamina K. Esta última además es un coagulante sanguíneo. Por su parte, la colina, como sucede con los huevos, también está presente en una proporción bastante considerable en el brócoli.
5. Los arándanos
Los frutos rojos y en concreto los arándanos tienen una cantidad mucho mayor de vitaminas que otros alimentos y sobre todo de flavonoides, que gracias a su función antioxidante propician la concentración y mejoran la memoria a largo plazo. Además, sus elevados niveles de potasio (al igual que el plátano) contribuyen a la transmisión y generación de neurotransmisores reduciendo el declive cognitivo.