El nuevo tratamiento para la apnea del sueño, una microcirugía en la lengua
El nuevo tratamiento propuesto por un equipo médico del Hospital de Mar de Barcelona consiste en implantar un neuroestimulador que favorece el incremento de la cantidad de aire de la vía aérea durante el sueño
En España hay entre 1,2 y 2,1 millones de personas con apnea del sueño pero menos del 10% están diagnosticadas y tratadas, sin embargo, es muy habitual que no se toleren las terapias existente hasta el momento
¿Por qué roncamos y en qué momento pasa a convertirse en un problema?
Una vez leí que dormir en la misma habitación de una persona que ronca es como hacerlo en un aeropuerto, donde despegan y aterrizan aviones continuamente y no descansa nadie. El que ronca porque probablemente tenga apnea del sueño y el de al lado por el ruido que provoca y el agobio de pensar que cuando se calla es que no está respirando. De todos modos, aunque estén diagnosticados, muchos pacientes no toleran el tratamiento habitual. En Uppers nos hemos hecho eco de que en el Hospital del Mar de Barcelona han desarrollado un nuevo tratamiento para la apnea del sueño que consiste en una microcirugía en la lengua.
La apnea del suelo supone un riesgo para la salud
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La terapia con la que normalmente se trata la apnea del sueño, en un grado de moderado a importante, se denomina CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias). Consiste en la utilización de un dispositivo que envía aire presurizado a través de una mascarilla con la finalidad de mantener las vías aéreas abiertas para asegurar una buena respiración nocturna. El paciente activa el dispositivo y se coloca esta mascarilla cubriendo la nariz y la boca mientras duerme. Este tratamiento trata de optimizar su descanso nocturno y con ello mejorar su somnolencia diurna, su función cognitiva y su estado de ánimo.
El 8 de febrero pasado un equipo médico del Hospital del Mar formado por los doctores Jacinto García-Lorenzo, jefe del servicio de otorrinolaringología; Paula Mackers, especialista en roncopatía y apnea del sueño; Núria Grau, coordinadora de la unidad multidisciplinaria del Sueño; y Diego Rodríguez, adjunto del servicio de neumología, hicieron público un nuevo tratamiento que puede ofrecer una alternativa para las personas que no toleran el estándar, la CPAP. Según los datos que barajan, en España hay entre 1,2 y 2,1 millones de personas que sufren apnea del sueño, sin embargo, menos del 10% están diagnosticadas y tratadas, pero, casi la mitad de ese porcentaje no toleran la utilización de este dispositivo.
En palabras de Núria Grau, “no tratar las apneas nocturnas supone un riesgo para la salud”. Los episodios reiterados de obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño provocan que el paciente se despierte de forma no consciente e interfiere en su descanso, lo que genera somnolencia durante el día, trastornos neuropsiquiátricos, metabólicos, respiratorios y cardíacos. Hay factores de riesgo que se suman que son la obesidad, el envejecimiento o sufrir insuficiencia cardíaca o renal, entre otros. Principalmente, la apnea del sueño reduce la calidad de vida, incrementa la hipertensión arterial y la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y por tanto eleva el riesgo de muerte.
La implantación del neuroestimulador mejora los parámetros respiratorios nocturnos
La solución que plantea este equipo médico del Hospital del Mar ya ha sido probada con éxito en dos pacientes de 52 y 67 años con apnea del sueño grave, en los que no habían funcionado otras alternativas terapéuticas. En setiembre de 2023, a ambos se les implantó “sin ninguna complicación un neuroestimulador sobre el nervio que controla el movimiento de la lengua”, destaca Jacinto García-Lorenzo. A lo que añade que “la intervención quirúrgica es mínimamente invasiva”, y gracias a la cual se logra, “una terapia segura y eficaz a largo plazo”, subraya.
El implante del neuroestimulador se lleva a cabo realizando una incisión de seis centímetros bajo la mandíbula del paciente. “Es una cirugía funcional de la vía aérea superior y tiene el objetivo de incrementar la cantidad de aire de la vía aérea durante el sueño”, constata Paula Mackers, que además es la responsable del proyecto. Este microaparato entra en contacto con las dos ramas del nervio hipogloso que se localizan a cada lado de la lengua.
El nervio hipogloso controla el músculo geniogloso, el de más volumen de la lengua y que se ocupa de dirigirla hacia delante y de proyectarla hacia fuera de la boca o hacia abajo y atrás o de colocarla contra el suelo de la boca, entre otras funciones. De este modo, aclara Paula Mackers, se logra que el “neuroestimulador actúe selectivamente sobre las fibras del nervio hipogloso, que es el encargado de los movimientos de la lengua”. Entrando en detalle, puntualiza García-Lorenzo, “hace que los músculos de la lengua se contraigan, con la intención de mantener abiertas las vías respiratorias”.
A las ocho semanas de haber implantado el neuroestimulador se puede activar. Para ello, a la hora de dormir solo hay que colocarse en el mentón el chip de activación que está adherido a una pegatina. En palabras de Núria Grau, esta nueva terapia ya “ha demostrado su capacidad para mejorar los parámetros respiratorios de los pacientes”.
Los expertos adelantan que se pueden beneficiar de este tratamiento personas con apnea del sueño moderada y severa y que “superen una videosomnoscopia, una prueba de sueño inducida por fármacos, que avalen su idoneidad para someterse al procedimiento y que cumplan los criterios de inclusión”, avanzan desde el Hospital del Mar.