Ainhoa de Federico, experta en salud visual: "El abuso de gafas de sol priva a los ojos de la posibilidad de sintetizar la vitamina D"
Tomar el sol en los ojos, con las precauciones adecuadas, tiene importantes derivadas para la salud ocular
Según la doctora Ainhoa de Federico, al penetrar por los ojos, la parte más transparente del cuerpo, la luz solar optimiza la síntesis de vitamina D
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Son muchos los beneficios de la luz solar. Con la protección oportuna, el sol nos ayuda a sintetizar la vitamina D, a crecer cuando somos niños y, de mayores, a evitar la osteoporosis. Pero, además, las últimas investigaciones señalan que los ojos también se benefician de los baños de luz solar. Tomar el sol en los ojos tiene importantes derivadas para la salud ocular, como desvela en esta entrevista la doctora Ainhoa de Federico, especialista en Visión Natural, profesora investigadora en la Universidad de Toulouse y directora del primer Diplomado de Coach Visual. Es creadora, además, de Volver a Ver Claro, un método formado por técnicas naturales, no invasivas y científicamente validades, que enseña a cuidar los ojos y aprender hábitos saludables.
¿Por qué es importante la luz solar en la visión?
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Los ojos necesitan luz para funcionar correctamente y la cantidad de luz influye en cómo percibimos el mundo. Cuando está oscuro, la pupila se dilata para captar más luz, estimulando una parte más grande de la retina, que es mayor que la fóvea.
¿Qué es la fóvea?
La fóvea es una pequeña área de la retina, de 2 milímetros por 2 milímetros, que tiene la mayor concentración de conos. Los conos son las células fotosensibles que captan el color y la precisión de las formas. Con los conos, vemos de manera más nítida. El resto de la retina contiene, sobre todo, bastones con cada vez menos conos a medida que nos alejamos de la fóvea y la mácula. Los bastones captan la estructura general, el movimiento y los contrastes de luz, pero no ven tan nítidamente como los conos.
Por lo tanto, en condiciones de mucha luz, la pupila se contrae y utilizamos más la visión foveal, lo que nos permite ver de una manera más precisa. La luz solar es más intensa que cualquier luz artificial, entonces favorece muy especialmente nuestra visión foveal y nos permite ver más nítido.
¿Qué beneficios aporta el sol, en su justa medida, a una visión correcta?
La luz solar tiene muchas propiedades beneficiosas para los ojos y estimula la regeneración de la retina. En particular, la luz solar rojiza, como la del atardecer o el amanecer, tiene una longitud de onda 670 y, especialmente, si se recibe al amanecer o por la mañana, estimula las mitocondrias de las células fotosensibles, lo que permite tener una retina más saludable protegiendo de frecuencias más cortas y potencialmente dañinas, como la luz azul, violeta e incluso ultravioleta.
Los contrastes entre luz y sombra al aire libre permiten la regeneración de la presión intraocular por el movimiento del iris. También mantienen a este en forma con la capacidad de regular el tamaño de la pupila para adaptarse mejor a la visión nocturna, evitar que se desarrolle fotofobia y aprovechar la nitidez que ofrece la visión foveal con buena luz. Por otro lado, los momentos de oscuridad permiten generar las opsinas, proteínas específicas que utilizan los conos y bastones para percibir los contrastes y los colores con nitidez.
Sol, visión y vitamina D: ¿hay alguna relación?
Al penetrar por los ojos, que son la parte más transparente del cuerpo, la luz solar optimiza la síntesis de vitamina D. Recientes descubrimientos científicos desde el 2016 sugieren que sintetizamos mucha más vitamina D a través de la luz que entra por los ojos, que por la piel. Por lo tanto, la luz solar es muy beneficiosa para la salud y es indispensable para el correcto funcionamiento de los ojos.
¿Qué perjuicios causa la falta de exposición solar?
Las carencias en vitamina D son un perjuicio bastante conocido de la falta de exposición solar, además del empeoramiento general del estado de ánimo. Junto a esto, un perjuicio muy directo sería la dilatación continua de la retina, con la consiguiente pérdida de la tolerancia a la luz, también conocida como fotofobia.
Ello genera un círculo vicioso, ya que se suele compensar con el uso de gafas de sol que mantienen la retina y los ojos en ese estado y los privan de los beneficios de la luz solar. Por otro lado, se ha demostrado que la exposición a la luz solar azul previene la miopía, lo cual indica que la falta de exposición favorece este error de refracción.
¿Hay relación entre la luz solar y los ritmos circadianos?
El sistema nervioso y el sistema endocrino son informados relativamente al ciclo circadiano por las frecuencias específicas de luz solar que perciben células fotosensibles no ópticas que también tienen los ojos. Privarnos de exposición a la luz solar no solo tiene consecuencias desfavorables para la vista sino para la salud en general: falta de sueño, menor concentración, aprendizaje, memoria, alteraciones del metabolismo... De hecho, estudios científicos recientes apuntan que la falta de luz solar puede ser uno de los factores que favorecen la aparición de cáncer.
¿Hay alguna relación entre la miopía y la falta de luz solar?
La luz solar azul es beneficiosa y se ha demostrado que previene la miopía, ya que regula la dopamina óptica, que está implicada en el crecimiento del ojo. Esto ha llevado a escuelas en Australia y Singapur a permitir que los niños jueguen al aire libre al mediodía para beneficiarse de esta luz.
¿Abusamos de las gafas de sol? ¿Cuánto tiempo es bueno que los ojos se expongan a la luz exterior?
Los primeros seres humanos pasaban la mayor parte del día al sol. Lo ideal sería tener una exposición a la luz solar de dos horas al día, incluso si está nublado y la luz nos llega 'filtrada'. No obstante, en nuestro modo de vida actual, a menudo no es posible. Recomendamos una exposición diaria, en función del tiempo que le resulte posible y conveniente a cada uno, y escuchando atentamente las señales de advertencia del cuerpo para no caer en posibles excesos.
Excepto en situaciones concretas, es preferible el uso moderado de gafas de sol
¿Qué consecuencias tiene el abuso de gafas de sol?
Usar gafas de sol de manera constante no es beneficioso para la salud visual y puede suponer una barrera para la estimulación y nutrición de los ojos. El uso constante de gafas de sol genera un iris perezoso, lo que lleva a una excesiva dilatación constante de la pupila, que a su vez genera fotofobia.
Por otro lado, con una pupila excesivamente dilatada veremos con menos nitidez, por las características de la visión foveal ya explicadas. Las gafas de sol privan a los ojos de la posibilidad de sintetizar la vitamina D. Y, de forma general, cualquier gafa tiende a inhibir el parpadeo, tan importante para estimular la lágrima, limpiar los ojos y mantener una curvatura óptima de la óptima por tensión superficial de la lágrima. También reducen la conciencia de la visión periférica, alteran la percepción de los colores y la profundidad de campo, lo cual desinforma a nuestro cerebro del entorno y nuestra posición en el espacio.
Por tanto, tu recomendación es 'tomar el sol' en los ojos, con las debidas precauciones
Sí. Como decía, es importante que los ojos puedan estar expuestos a la luz solar en diversos momentos del día para regular el organismo con el ciclo circadiano, lo cual es esencial también para el sistema nervioso y endocrino. A excepción de situaciones específicas, como esquiar en la nieve, estar en el desierto o en la playa (con reflejos muy intensos en el agua), conducir con el sol de frente o ser piloto de avión, es preferible un uso moderado de gafas de sol.