Querofobia: el miedo a ser feliz a consecuencia de la ansiedad generalizada

Cuando una persona tiene querofobia, tiene miedo de participar de actividades y situaciones que le pueden producir felicidad o placer. Generalmente, muchos tienen la creencia de que, después de vivir momentos de bienestar, algo malo va a suceder. Cuando algo es disfrutable, creen que va a ser demasiado bueno para ser verdad. Así, despliegan una creencia de que la felicidad no es una emoción duradera; de esta manera prefieren no tener momentos felices, con la justificación de autoprotegerse de que algo malo o negativo les suceda. Esto no significa que busquen estar tristes la mayor parte del tiempo, pero sí van a evitar situaciones divertidas o que puedan significar placer.

En otras palabras, la querofobia, es una fobia en la que una persona tiene una aversión irracional a ser feliz. El término proviene de la palabra griega "chero", que significa "regocijarse". Cuando una persona experimenta querofobia, a menudo tiene miedo de participar en actividades que muchos caracterizarían como divertidas o de felicidad.

Querofobia y ansiedad

Los expertos clasifican la querofobia como una forma de trastorno de ansiedad. La ansiedad es una sensación de miedo irracional o intensificada relacionada con la amenaza percibida. En el caso de la querofobia, la ansiedad está relacionada con la participación en actividades que se cree que te hacen feliz.

Alguien que tiene querofobia no es necesariamente una persona triste, sino que evita las actividades que podrían conducir a la felicidad o la alegría. Los ejemplos de síntomas asociados con la querofobia podrían incluir:

  • Experimentar ansiedad ante la idea de ir a una reunión social alegre, como una fiesta, concierto u otro evento similar
  • Rechazar oportunidades que podrían conducir a cambios positivos en la vida debido al temor de que suceda algo malo.
  • Negarse a participar en actividades que la mayoría llamaría divertidas.

 

A veces, la querofobia puede provenir de la creencia de que si algo muy bueno le sucede a una persona, está destinado a suceder algo malo. Como resultado, pueden temer las actividades relacionadas con la felicidad porque creen que pueden evitar que suceda algo malo. Este suele ser el caso cuando alguien ha experimentado un evento traumático físico o emocional pasado.

Una persona introvertida puede tener más probabilidades de experimentar querofobia, ya que normalmente prefiere realizar actividades solo o con una o dos personas a la vez. A menudo se los considera reflexivos y reservados. Pueden sentirse intimidados o incómodos en entornos grupales, lugares ruidosos y lugares con mucha gente.

Los perfeccionistas son otro tipo de personalidad que puede estar asociado con la querofobia. Aquellos que son perfeccionistas pueden sentir que la felicidad es un rasgo solo de las personas perezosas o improductivas. Como resultado, pueden evitar actividades que podrían traerles felicidad porque estas actividades se consideran improductivas.

¿Cómo superar el miedo a la felicidad?

Ir al psicólogo permite aprender a acoger todas las emociones, incluso las de alegría y felicidad. A través de la autoconciencia es posible comprender las razones que llevan a una persona a evitar las emociones de felicidad y redescubrir que es el resultado de un proceso que parte exclusivamente de uno mismo.  

De este modo, la felicidad se convierte en una forma de pensar y actuar a partir de nuevos significados y nuevas interpretaciones de las experiencias que serán vividas y experimentadas de primera mano y acompañadas no solo de valentía sino sobre todo de las ganas de ser felices.

Esta forma de terapia ayuda a las personas a reconocer y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. En algunos casos, también puede ser útil la terapia de exposición o medicamentos para tratar la ansiedad asociada. Es muy importante evitar el aislamiento a toda costa y comentarlo con amigos y familiares: es fundamental pedir ayuda cuando se necesite.

Hay que saber que este trastorno, como muchos otros, no se supera de la noche a la mañana. Los problemas psicológicos o emocionales son muy complicados de tratar, pero sí que hay solución. Para encontrarla, lo que sí es fundamental es que la persona colabore, para que la terapia sea efectiva y pueda superarse el trance.