Desde hace años se ha dicho que los perros podían ayudar a detectar una enfermedad y que su comportamiento podía ser clave para darse cuenta de que algo no iba bien dentro de nosotros, aunque aparentemente todo funcionase correctamente en nuestro organismo. A lo largo de los años se ha estudiado si los animales pueden ser una especie de protectores de nuestra salud y detectar eso a lo que nosotros somos incapaces de llegar.
Algo así es lo que exponen los investigadores Courtney Sexton y Audrey Ruple en un estudio publicado en la revista Science donde exponen que los perros podrían convertirse en los grandes guardianes de la salud de las personas.
Según subrayan, como los perros comparten el mismo espacio y entorno que sus dueños, estos animales pueden ser clave para estudiar, entre otras cosas, los efectos de la exposición a metales pesados o a microplásticos, o la epidemiologia de patógenos transmitidos por vectores. Esto también hace que tengamos riesgos similares, como el cáncer o las enfermedades respiratorias.
Perros y humanos han convivido durante 30.000 años, por eso los canes son los seres más adecuados para ser los centinelas de la salud humana, ya que al tener una vida considerablemente más corta, se puede observar en ellos más rápidamente que en las personas cómo la exposición ambiental les afecta, además de que los factores socioeconómicos (como los ingresos o la compañía) en la salud de los animales son prácticamente iguales a los de las personas.
“En la actualidad la medicina veterinaria avanza hacia la adopción generalizada de modelos de datos comunes que estandarizan la recopilación y la preparación de registros médicos electrónicos para respaldar las investigaciones longitudinales de los riesgos y resultados para la salud”, afirman las autoras.
En otro artículo que comenta estos resultados, el investigador portugués Ramiro Pastorinho destaca que “se pone en relieve el papel que los animales de compañía pueden desempeñar como centinelas de la salud pública, el bienestar social y la salud de las personas. Esto va en consonancia con el paradigma de One Health que afirma que la salud humana, animal y medioambiental están interconectadas y que cualquier desequilibrio de uno de sus componentes se va a reflejar en los otros dos”.
Con ello, se establece que los perros pueden ser grandes centinelas de nuestra salud, pero para ello es necesario reforzar la red veterinaria de tal manera que se puedan recoger los datos de una forma mucho más eficiente que no solo va a mejorar la salud de nuestras mascotas, sino que también lo hará con la de las personas.