En los últimos tiempos, las redes dan cuenta de un concepto nuevo que niega el impacto negativo que el sol ejerce sobre la piel. Se trata del callo solar, una práctica,que consiste en exponerse al sol sin protección con la creencia de crear una tolerancia a la radiación ultravioleta (UV).
El llamado 'callo solar' ha suscitado el interés de los dermatólogos. "La tendencia del callo solar es completamente falsa y potencialmente devastadora para la salud de la piel”, explica la doctora Paloma García-Piqueras, dermatóloga del Instituto Médico Láser (IML).
En opinión de esta experta, “Las tendencias como el ‘callo solar’ son extremadamente preocupantes para los dermatólogos, ya que promueven comportamientos peligrosos que pueden tener consecuencias graves para la salud de la piel".
Como explica, las consecuencias de seguir esta tendencia pueden ser graves e incluso irreversibles. Entre las más graves:
Paradójicamente, el tono bronceado da una apariencia de salud. Sin embargo, el moreno es la respuesta del cuerpo ante una agresión nada saludable. La piel se engrosa en respuesta a la exposición al sol como un intento de protección, pero este mecanismo es insuficiente y no evita los daños a largo plazo. Para la doctora García Piqueras, “no existe el ‘moreno saludable’, ya que el bronceado refleja un daño en la piel y aumenta el riesgo de problemas serios".
Tomar el sol sin protección puede perjudicar nuestro ADN. Como explican desde Cantabria Labs, el ADN (Ácido desoxirribonucleico) es el encargado de contener las instrucciones del funcionamiento de todos y cada uno de los organismos de nuestro cuerpo. Las células del cuerpo se forman gracias a la información que posee el ADN y, por lo tanto, un error en esa información provoca la creación de células con una estructura diferente a la que deberían poseer.
Cuando penetran en la piel, los rayos UV dañan el material genético provocando que algunas de las proteínas que se crean sean defectuosas y que las células resultantes sean defectuosas, pudiendo originar problemas de salud graves.
La cuestión pendiente es cómo se crea vitamina D, fundamental también para el organismo, si no tomamos el sol, la principa fuente de esta vitamuna. La dermatóloga Paloma García-Piqueras recomienda obtenerla principalmente a través de la dieta y suplementos. “Para una exposición solar segura, se debe limitar el tiempo al sol, sobre todo en las horas centrales del día, usar protector solar de amplio espectro con SPF 30 o superior, y emplear medidas físicas de protección como ropa, sombrero y gafas de sol”, recomienda la experta.
España tiene unos 300 días de sol al año. Es por tanto uno de los países que disfruta de más horas de sol con todo lo que eso implica. Cada año se diagnostican más de 20.000 cánceres de piel y la incidencia ha aumentado en torno a un 40% en los últimos cuatro años.
El cáncer de piel comienza a ser una cuestión de salud pública. Por ello, la ministra de Sanidad, Mónica García, anunció en mayo que el Gobierno trabaja para que haya dispensadores de crema solar gratis en lugares públicos como parques, centros de salud, polideportivos o bibliotecas. Holanda ha sido el primer país de la Unión Europea en implementar la medida, en vigor desde junio de 2023.