El agua del mar tiene unas propiedades físicas que le sientan bien a nuestro cuerpo. Por otra parte, el verano, la época en la que más vamos a la playa, aporta también beneficios: la luz del sol hace que nuestros ritmos circadianos se ajusten, lo que se traduce en un mejor descanso.
Volviendo al mar, la estructura del agua marina a y también el empuje que ejercen las olas y las corrientes marinas sobre el cuerpo mejoran nuestro organismo y redundan en nuestro sistema inmune.
Siempre que nos metemos en el agua, se dan esta serie de fenómenos en nuestro organismo:
Pocas personas saben que la composición del plasma sanguíneo es muy parecida a la del mar. Minerales como el calcio, el sodio o el magnesio figuran en proporciones muy parecidas. Por esta razón, los baños de mar son particularmente adecuados para el sistema inmune. Pero para poder absorber los minerales y oligoelementos que tienen las aguas saladas del mar, no vale cualquier tipo de baño.
Como explican los expertos en talasoterapia, si buscamos la absorción a través de la piel de los oligoelementos marinos, es necesario un tiempo mínimo de 12 minutos sumergidos. La razón es que nuestro cuerpo solo puede sintetizar oligoelementos y minerales ingiriéndolos en las comidas y bebidas o absorbiéndolos por la piel en un proceso llamado ósmosis. De esta manera, se produce un equilibrio de líquidos y nutrientes esenciales.
Es recomendable aprovechar el baño entre 18 y 20 minutos, teniendo en cuenta que si el baño se prolonga demasiado, se puede sobrepasar la capacidad termogénica y reguladora del organismo, anulándose todos los beneficios.
En cualquier caso, la duración del baño puede variar en función de la persona, el mar y el clima. En las curas de mar, lo habitual es estar entre uno y tres minutos en aguas frías y con aire fresco, y 15 o más en aguas calientes con sol intenso y poco viento. En verano, con temperaturas altas y mucha luz solar, entre 12 y 20 minutos. Por último, es recomendable es no secarse con la toalla ni ducharse inmediatamente después de salir para favorecer que las sales marinas penetren en el cuerpo.