Las mejores horas para tomar el sol sin miedo a quemarte
El sol es una fuente de energía muy importante para tu organismo, aunque tomar el sol tienen beneficios también riesgos
Es muy importante exponerse al sol con responsabilidad y precaución
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Con la llegada el verano y las vacaciones muchos son los que pasan horas al sol en busca de un moreno insultante que lucir a pie de playa o piscina. Está demostrado que la radiación solar tiene múltiples beneficios para la salud, aunque los efectos del sol en la piel cuando se produce una sobreexposición solar pueden ser muy perjudiciales.
El sol puede llegar a ser abrasador y podríamos llegar a tener golpes de calor, quemaduras en la piel o incluso melanoma, que es como se conoce al cáncer de piel. Es muy importante exponerse al sol con responsabilidad y precaución. Por eso, es necesario saber cuáles son los mejores momentos del día para exponerse al sol con tranquilidad.
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¿Cuáles son las mejores horas para tomar el sol y ponerse moreno?
Gran parte de la incidencia del sol en nuestra piel tiene que ver con la inclinación de los rayos UV sobre la superficie del suelo. A mayor perpendicularidad, mayor es el efecto. Los expertos señalan que el mejor momento para tomar sol es desde las 18 horas hasta las 11 de la mañana. Esta franja horaria es la perfecta para tomar el sol con tranquilidad, sin miedo a quemarnos y a que los rayos del sol vayan a provocar daño sobre nuestra piel.
Hay dos tramos de una hora, de 11 a 12 de la mañana y de 17 a 18, en las que son horas de transición a la franja peligrosa (de 12 a 17), en las que hay que tener cuidado.
Por lo tanto, las horas más recomendables para tomar el sol y broncearse son el resto del día, especialmente las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, antes de que se ponga el sol.
Consejos para tomar el sol de forma segura
- Máxima hidratación: es importante estar bien hidratado durante toda la exposición solar, por lo que, a la hora de ir a la playa, a la piscina o vas a hacer turismo es recomendable llevar siempre agua. Así, el cuerpo estará preparado para enfrenarse a los rayos del sol y las altas temperaturas, que en verano van de la mano.
- Protección solar: hay que elegir una crema de protección solar adecuada, dependiendo siempre de las características de cada piel y las condiciones de la propia exposición al sol. Los expertos recomiendan siempre una protección alta (FPS 30) o muy alta (FPS 50+). Antes de aplicar el fotoprotector, la piel debe estar correctamente hidratada. Se debe aplicarse unos 30 minutos antes de la exposición solar, que es el tiempo que tarda la piel en absorberlo, estando la piel bien seca.
- Exposición progresiva: pensar que cuanto más tiempo se pase bajo el sol mayor será el bronceado es un error garrafal. En las primeras exposiciones se debe seguir una progresión, en periodos de 10, 15 y 20 minutos, preferiblemente siempre en movimiento. No es recomendable estar más de 30 minutos al día de exposición directa.
- Calma la piel tras la exposición solar: debido al deterioro del sol, las altas temperaturas y la pérdida de agua, la piel sufre mucho en verano, y por este motivo se recomienda usar un buen producto aftersun que sea calmante, suavizante, antiinflamatorio, hidratante y regenerador.
- Sécate tras cada baño: el efecto lupa de las gotas de agua sobre la piel favorece las quemaduras solares al mismo tiempo que reduce la eficacia de los protectores solares, aunque se crea que son resistentes al agua. Por ello, tras cada baño se debe secar la piel adecuadamente y volver a aplicar el protector solar.
Algunos de los beneficios de tomar el sol
- Aumenta la producción de vitamina D. La vitamina D es esencial para la salud, y el mejor modo de obtenerla es exponiéndonos al sol.
- Mejora el estado de ánimo. Tomar el sol aumenta los niveles de serotonina, una sustancia química que se produce en el cerebro y que tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo, por lo tanto, te ayuda a combatir la depresión y el estrés.
- Mejora la circulación sanguínea. El calor del sol dilata los vasos sanguíneos y mejora la circulación sanguínea.
- Regula la producción de melatonina. La exposición solar aumenta la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño y el ritmo circadiano.
- Previene enfermedades óseas. Las vitaminas son fundamentales para la absorción y el metabolismo del calcio. El sol es la mejor fuente de vitamina D, por lo tanto, tomar el sol de forma adecuada puede prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis.