11 síntomas que avisan de que te falta vitamina D

La vitamina D cumple un papel esencial en el organismo tanto de mayores como de pequeños. Se trata de “un nutriente que el cuerpo necesita para fortalecer los huesos y mantenerlos saludables. Es por eso por lo que el cuerpo solo puede absorber calcio, el componente principal del hueso, cuando la vitamina D está presente. También regula muchas otras funciones celulares en el cuerpo. Sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras contribuyen con la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales” aseguran desde Mayo Clinic. 

Una falta de vitamina D produce hipocalcemia (falta de calcio) y, en consecuencia, una mala mineralización de los huesos. Por ello, los bebés, niños pequeños, mujeres embarazadas y personas mayores representan grupos de población de riesgo ya que pueden sufrir una carencia de esta vitamina porque su exposición solar es insuficiente o por un aumento de sus requerimientos (en el caso de las embarazadas).

Los síntomas de la falta de vitamina D son muy variados, y no son fáciles de reconocer pues suelen ir asociados a otras enfermedades o condiciones médicas. 

Síntomas de déficit de vitamina D

  • Dolor muscular. Uno de los síntomas que se suele asociar a la hipovitaminosis D, o falta de vitamina D, es la presencia de dolor en los músculos. La vitamina D desempeña un papel crucial en la función muscular, ya que ayuda a regular la absorción de calcio, un mineral esencial para la contracción muscular. En ocasiones puede ir acompañando espasmos y calambres.
  • Cansancio. La fatiga, el cansancio es uno de los síntomas que se suelen asociar a la falta de esta vitamina, además de debilidad en el cuerpo y dolor de cabeza. Las personas con deficiencia de vitamina D pueden notar que les resulta más difícil realizar actividades cotidianas sin sentirse agotados, y en muchos casos les lleva más tiempo recuperarse después haber realizado alguna actividad de demanda física o mental moderada
  • Depresión. En algunos casos, la falta de vitamina D también puede ocasionar desequilibrios químicos en el cuerpo y hacer que las personas padezcan cambios de humor y depresión. 
  • Dificultad para dormir. Esta vitamina juega un papel importante en la regulación de los ritmos circadianos y los ciclos del sueño, pues es importante para la producción de melatonina en el cuerpo, una hormona esencial en la regulación del sueño.
  • Pérdida del cabello. Un problema que se presenta por desequilibrios en los ciclos de crecimiento del cabello. En diferentes estudios, se ha establecido una asociación directa entre la deficiencia de vitamina D y diferentes tipos de alopecia. Asimismo, la deficiencia de vitamina D también puede estar asociada con afecciones del cuero cabelludo, como la dermatitis seborreica o la psoriasis, que pueden contribuir a la pérdida de cabello.
  • Problemas en la piel. La aparición de diferentes enfermedades de la piel, como la dermatitis seborreica o la psoriasis, puede ser causa de baja vitamina D. Hay que tener presente que esta vitamina influye en diferentes procesos como la síntesis, el metabolismo y la actividad de la piel.
  • Falta de apetito. La falta de apetito es un síntoma asociado a la falta de vitamina D, tanto en los niños como en los adultos. La vitamina D desempeña un papel importante en la regulación del metabolismo y la función del sistema nervioso, lo que incluye la regulación del apetito y la saciedad.
  • Problemas de memoria. Los efectos de la vitamina D en el cerebro son fundamentales en la función cognitiva, y su deficiencia puede influir en varios aspectos de la memoria y el funcionamiento cognitivo. En algunos casos puede manifestarse como dificultades para recordar información, concentrarse y realizar actividades que requieren un buen funcionamiento de la memoria.
  • Hipertensión arterial. Esta vitamina modifica el modo en que ciertas sustancias químicas controlan la presión arterial en el cuerpo. 
  • Mareos o vértigo. Aunque esta conexión no siempre es clara, se puede decir que otros síntomas como la debilidad muscular y la mala salud ósea pueden influir significativamente en la aparición del mareo y el vértigo. El consumo de vitamina D reduce las probabilidades de sufrir de vértigo posicional paroxístico benigno. Asimismo, se cree que la vitamina D desempeña un papel en la regulación del calcio en el oído interno, que es importante para mantener el equilibrio.