Aunque hoy vivimos más tiempo que nunca, lo cierto es que entre los 25 y los 30 años ya comenzamos a emitir los primeros síntomas de envejecimiento. A partir de ahí las cosas evolucionan a una velocidad diferente para cada uno. Y eso dependerá mucho de qué hagamos para preservar nuestra calidad de vida en la edad adulta. De ahí la importancia de la frase de cabecera del doctor Pedro Manuel Sánchez Jurado: "Pon un geriatra en tu vida".

"La población mayor de 65 años en España en 2050 será de 14,2 millones de personas (frente a los 9,5 millones actuales), y eso implica estar preparados para una sociedad envejecida, en especial en el ámbito sanitario", nos explica este médico geriatra, doctor en medicina y profesor asociado en la facultad de medicina de Albacete de la universidad de Castilla la Mancha. Desde hace unos meses también es divulgador desde su rincón de Instagram,  @pedrotugeriatra, en la que enseña sobre todo lo que tiene que ver con el adulto mayor.

"Teniendo en cuenta que en muchas zonas de España no está implementada la geriatría y se desconoce el papel que hacemos en la Sanidad, me pareció importante explicar el valor de excelencia que aporta en el tratamiento médico y el abordaje integral de las enfermedades", nos cuenta. Y lo hace lanzando consejos y recomendaciones de forma clara, sencilla y cercana, desde la autoridad que le otorgan sus más de 25 años de experiencia en la práctica clínica y la investigación. Aunque "sobre todo soy padre de dos hijas, e hijo de dos padres adultos mayores e intento preparar a mis hijas en todo lo referente al envejecimiento y prepararme yo para mi envejecimiento y el de mis padres".

¿Cuáles son los problemas de salud más comunes que te encuentras en pacientes geriátricos?

En primer lugar, la alteración cognitiva. Aunque la mayoría de los mayores no tienen demencia, el deterioro cognitivo es un problema que preocupa al paciente y a las familias. Pese a que no tengamos tratamiento curativo es muy importante diagnosticarlo de forma precoz para establecer planes de cuidados. 

En segundo lugar, el deterioro funcional. Muy importante, vivimos más años que nunca, pero parte de ellos se viven con algún grado de discapacidad y eso es lo que intentamos corregir los geriatras, la funcionalidad, no dar más años a la vida solamente, sino más años libres de discapacidad, y para ello el ejercicio es una de las piedras angulares.

Y tercero, las caídas. En el año 2023 superaron al suicidio como primera causa de muerte externa, sobre todo en el adulto mayor. Parte de las caídas se pueden prevenir y para ello los geriatras disponemos de varias líneas de trabajo (ejercicio, nutrición, optimización de fármacos…)

Cinco señales que nos alertan de que una persona empieza a sufrir demencia

Resaltando de estas cinco señales que la pérdida de independencia debido a ellas es lo que nos va a orientar en mayor medida al diagnóstico de demencia. 

¿Qué podemos hacer para frenar o ralentizar el avance de la demencia?

Como todos sabemos no hay cura, pero para ralentizar el avance o retrasar su aparición debemos empezar a actuar desde ya, creando una reserva cognitiva importante (cada cual con lo que le guste: leer, planificar actividades de jardinería, bricolaje, ir al cine, al teatro, salir con amigos, hacer vida social..), y como siempre EJERCICIO y una correcta nutrición. 

Tres consejos para una persona que tiene que cuidar de un familiar en esa situación

Cuidar al cuidador, ese es uno de los lemas que tenemos los geriatras, y los consejos que le daría serían:

1. Cuídate a ti mismo: si no estás descansad@, seren@, con salud, será más difícil cuidar bien a los demás, y podrías sentirte responsable de las consecuencias

2. No discutas con un paciente con demencia, no intentes razonar, su capacidad de entendimiento está distorsionada.

3. Delega: No puedes cuidar tu sol@, ni puedes hacerlo tu todo. Pide ayuda, se asertiv@ y reclama tu espacio de descanso implicando a familiares, amig@s o ayudas externas.

¿Qué papel pueden jugar las nuevas tecnologías en la prevención y detección de afecciones neurológicas? 

Yo creo que la IA sin lugar a dudas jugará un papel relevante en la detección precoz de las demencias. Pero lo que ya tenemos hoy en día, son múltiples usos de la tecnología para retrasar o minimizar el efecto de las consecuencias de la demencia. Entre ellas:

¿Es verdad que una persona mayor ya no puede aprender cosas nuevas?

No ,eso es rotundamente FALSO. Las personas mayores pueden seguir aprendiendo cosas nuevas a lo largo de su vida. Es cierto que el proceso de aprendizaje puede ser más lento y requerir mayor práctica, pero esto no significa que sea imposible. Nuestro cerebro cuenta con una capacidad llamada neuroplasticidad, que permite adaptarse y generar nuevas conexiones neuronales incluso en edades avanzadas.

Este es uno de los grandes mitos del envejecimiento que debemos esforzarnos por desmontar. Aprender a manejar un móvil, practicar un nuevo idioma o adquirir un hobby demuestra que el aprendizaje no tiene límite de edad.

¿Cómo podemos saber si un adulto mayor está deprimido?

La depresión en el adulto mayor es más prevalente que en jóvenes y a veces difícil de diagnosticar porque se asume, falsamente, que la tristeza o la apatía son inherentes al envejecimiento. Si observamos, tristeza, falta de interés por las cosas que antes le motivaban, ideas de muerte, sentimientos de inutilidad, falta de energía, alteraciones del sueño (dormir mucho o poco), falta de apetito o falta de aseo, entre otras, podemos estar ante un cuadro depresivo y debemos pedir ayuda profesional.

 Tres consejos para mejorar la calidad del sueño de las personas mayores

Muy sencillos y muy complicados a la vez

1. Acostarse y levantarse siempre a la misma hora (sean vacaciones, fines de semana o fiestas de guardar).

2. Evitar estímulos “excitantes” antes de ir a dormir como cafeína, alcohol, tablets, luz azul….

3. Hacer una sola siesta al día de no más de 20-30 minutos

¿Cómo podemos prevenir las caídas en adultos mayores?

Vuelvo a repetirme, pero el ejercicio es fundamental. Otras estrategias es adaptar el entorno, retirar del suelo obstáculos (esa maceta o esa figura que antes era un objeto de decoración precioso hoy se puede convertir en el motivo de una caída y de una fractura de cadera). Poner barras de sujeción, no solo en la ducha, que es lo habitual, sino en el pasillo o cerca del sillón donde se sientan para ayudarles a levantarse. Mejorar la iluminación, especialmente durante la noche, una luz tenue como una luciérnaga en el baño o en la cocina, puede ayudar a orientarse y a evitar tropiezos. Usar calzado cómodo y cerrado con suela antideslizante incluso en casa (las zapatillas abiertas pueden ser un peligro).

¿Hay alguna manera de aliviar los dolores crónicos de la vejez?

Por supuesto, al menos hay que intentarlo, tampoco hay que dar por hecho que se tiene que vivir con dolor. Disponemos desde fármacos (no abusando y siempre bajo supervisión de un geriatra), hasta fisioterapia, plantillas, ortesis… y cómo no, el bendito ejercicio. También es importante una buena salud mental ya que se asocia una peor salud mental a más dolor crónico y viceversa. 

Tres consejos generales para tener un envejecimiento saludable

1. Ejercicio

2. Dieta saludable

3. Socialización

Tres directrices generales para tratar con una persona mayor sin caer en el edadismo

1. Respeto a la hora de dirigirte a ella, no usar términos despectivos ni infantilizar. 

2. Integración: No invisibilizarlos, deben participar en la toma de decisiones en todo lo que les concierna. No seamos paternalistas. 

3. Establezcamos redes intergeneracionales. Un@ joven y una persona adulta mayor deben poder hablarse de tú a tú y tratarse como iguales.