Todos conocemos esa sensación: es como no poder despertarse del todo, como tener resaca sin haber bebido, como si nos costará hacer que nuestro cerebro meta la primera marcha. Tal vez por eso algunos especialistas se resisten a llamarla 'niebla mental' y prefieren 'reducción de la claridad mental', que es más prosaico pero más preciso. ¿Qué diablos es?
Para empezar -aunque durante mucho tiempo la relacionáramos como una secuela del Covid- no es una enfermedad ni una condición, se trata de un conjunto de síntomas que en conjunto producen esa sensación de cansancio o confusión y que experimentan muchas personas al despertar, aunque también puede aparecer a lo largo del día.
Pueden haber muchas causas, pero los más frecuentes son el propio estrés, la falta de sueño, el beber alcohol o, atención, una mala respiración, simplemente porque la apnea de sueño o incluso la respiración bucal, pueden provocar una reducción de la entrada de oxígeno a tu cerebro, lo que puede generar la sensación de confusión al despertar.
La dieta, por otro lado, o más precisamente la diferencia entre los picos y caídas de la glucosa en sangre pueden causar también cierto estado de 'niebla mental'. Lo mismo que el uso de ciertos medicamentos como la típica doxilamina que tomamos muchas veces para dormir. Pero no es el único.
La hipótesis intestinal
El periodista y divulgador científico Darío Pescador añade por su parte en el diario.es que "Cada vez está más claro que la microbiota, esos billones de bacterias, virus y otros microorganismos que viven en nuestro intestino, afecta a nuestro cerebro, y al revés. Esta comunicación se realiza por medio de señales nerviosas, hormonas, neurotransmisores y mensajeros químicos que forman el eje intestino-cerebro".
Para Pescador, "muchas de las enfermedades relacionadas con alteraciones en la microbiota y el intestino tienen efectos negativos en el cerebro y causan niebla mental. Entre ellas están la celiaquía, enfermedad de Crohn, el intestino irritable, el síndrome de sobrecrecimiento bacteriano. Las alteraciones de la microbiota también están relacionadas con el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple y la depresión".
La soluciones, pues, pasan por revisar y mejores las condiciones de sueño y controlar la dieta. Como señala Pescador: "Entre las intervenciones médicas sobre la dieta se encuentra regular los FODMAPS, alimentos con ciertos carbohidratos fermentables (como trigo, legumbres, crucíferas) que, al eliminarse de la dieta, pueden requilibrar las poblaciones de bacterias. En personas con diabetes tipo 2 también se han obtenido mejoras en las funciones el cerebro con una dieta paleo alta en proteínas, verduras y grasas saludable que elimina los cereales, azúcares y lácteos".
Además, claro, de intentar eliminar el estrés (con terapia, meditación o ejercicio físico). Y más allá de eso, conviene prestar atención a su aparición recurrente, porque también podría estar escondiendo trastornos hormonales o incluso problemas médicos como la enfermedad de Lyme y la fibromialgia o, sí, Covid de larga duración.