"Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad", decía Máximo Décimo Meridio en la película 'Gladiator'. Puede que la eternidad sea demasiado tiempo y tan solo basten unas cuantas de nuestras generaciones para comprobar cómo de bien (o de mal) hemos hecho las cosas.
En esta idea se basa una investigación sobre tabaquismo de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, publicado en la revista 'Scientific Reports'. Los experimentos con estudios de modelos en otros lugares han demostrado que la exposición de los machos a determinadas sustancias químicas antes de la cría puede tener efectos en su descendencia. De lo que se dudaba era de si este fenómeno también se producía en los seres humanos. ¿Qué han descubierto los investigadores? Puedes verlo en el vídeo.
Otro estudio - en este caso publicado en el medio Medical Xpress, con datos de analistas de Jefferies – pone de manifiesto que en una década o dos el tabaco podría desaparecer para siempre en Europa, Estados Unidos, Australia y Latinoamérica. En esta misma dirección, otros investigadores señalan 2050 como el año en el que el tabaquismo (y todas las enfermedades asociadas) acabará siendo enterrado.