Arroz y otros alimentos comunes que deberías evitar si tomas un paracetamol
El paracetamol es el segundo principio activo más consumido en España
Si respetamos las dosis indicadas por el médico o la ficha técnica, no hay riesgos para la salud; pero hay interacciones alimentarias que debemos conocer
El paracetamol y la mayoría de los analgésicos no deben consumirse con alcohol para evitar daños gástricos y hepáticos
No falta en ningún botiquín. Nos referimos al paracetamol, un analgésico anti-pirético (contra el dolor, fiebre y malestar) que es el segundo principio activo de mayor consumo en España (el primero es el omeprazol), según datos del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2019.
Si se respetan las pautas dictadas por nuestro médico o según la ficha técnica del prospecto, este medicamento no entraña ningún peligro para la salud. Pero conviene tener en cuenta algunas consideraciones. Como toda medicina, el paracetamol interacciona con los alimentos y con otras sustancias. Veamos cuáles son las dudas y las interacciones más habituales.
MÁS
¿Cuándo tomarlo?
En el caso del paracetamol, podemos tomarlo en ayunas o con las comidas. Cuando decimos 'en ayunas' significa que deben tomarse al menos una hora antes de comer o al menos dos horas después de haber comido. Esta recomendación se hace cuando el medicamento no se absorbe correctamente y pierde su efecto en contacto con los alimentos durante la digestión. 'Con las comidas' significa que deben tomarse durante desayuno, almuerzo o cena, o justo después de comer por alguno de estos motivos: si se toman con el estómago vacío no se absorben correctamente y pierden su efecto o bien pueden provocarnos dolor de estómago, náuseas o vómitos.
Otros analgésicos, como el ácido acetilsalicílico, es mejor tomarlo con las comidas, ya que puede irritar el estómago y producirnos molestias gástricas o indigestión.
¿Influyen los alimentos?
Sí, la duración de la digestión tiene una influencia directa sobre la velocidad a la que actúa el paracetamol. Por ejemplo, si queremos que tenga una acción rápida (entre 10 minutos y media hora), habrá que tomarlo con el estómago vacío. Si acabamos de comer, puede tardar en hacer efecto hasta una hora.
¿Qué tipos de alimentos influyen más en la absorción del paracetamol? Todos los que son ricos en hidratos de carbono, especialmente los de absorción lenta. Cereales como el maíz, la avena, el trigo o el arroz ralentizan la digestión, y la pasta, el pan o tubérculos como la patata, repleta de azúcares simples, también pueden ralentizar la acción de este analgésico.
También tendrían que evitarse algunas frutas como la manzana y el plátano, muy ricos en azúcares e hidratos de carbono. El metabolismo de los cítricos también impacta en la acción del paracetamol, así como las pectinas de la zanahoria. Todos estos son alimentos muy saludables que hay que consumir a diario. Sin embargo, si hay dolor moderado o estados febriles y tomamos un paracetamol, hay que saber que estos alimentos pueden retrasar el efecto calmante del medicamento.
Alcohol, la peor interacción
La mezcla de paracetamol y alcohol tiene efectos nocivos para la salud. Tanto el medicamento como el alcohol se metabolizan en el hígado a través de la enzima CYP2E1. Normalmente, la enzima se produce en baja cantidad si solo se procesa una de estas sustancias. Cuando se mezclan, el hígado tiene que funcionar a más alto rendimiento, lo que implica un desgaste orgánico importante en el que entran en juego otros compuestos.
El NAPQI es otro de los residuos del paracetamol procesados por el hígado. Esta sustancia se presenta en muy baja concentración cuando se consume la cantidad adecuada. El NAPQI es tóxico y puede provocar muerte celular, algo que no implica mayores consecuencias gracias al glutatión, un tripéptido protector de las células.
Pero cuando a este proceso se le suma el alcohol, la enzima CYP2E1 aumenta, produciendo el aumento de sustancias tóxicas. En consecuencia, si llegamos a un nivel más alto de lo que el glutatión es capaz de eliminar, estamos más cerca de sufrir daño hepático.
Además del paracetamol, analgésicos como el ácido acetilsalicílico y los antiinflamatorios no esteroideos como, por ejemplo, el ibuprofeno deben consumirse sin alcohol, ya que aumenta el riesgo de sufrir lesiones en el estómago, además de las ya mencionadas en el hígado.