Alimentos para mejorar las articulaciones: de la dieta mediterránea a los nutrientes clave
Una dieta sana y variada, como la mediterránea, es la ideal para mejorar y mantener la fortaleza de tus articulaciones
Vitaminas, minerales y ácidos grasos te permitirán prevenir las enfermedades derivadas, como la artritis
Con el paso de los años el cuerpo se va deteriorando, aunque los cuidados que hacemos por nuestra parte consigan frenar un poco los efectos del envejecimiento. En eso la alimentación tiene un papel clave, ya sabes el dicho: “somos lo que comemos”. Por norma general una buena alimentación mejora la calidad de vida y el estado anímico, pero es especialmente aconsejable mantenerla en la edad adulta ante el deterioro de las articulaciones y las enfermedades que pueden aparecer con el paso de los años, como la artrosis o la artritis reumatoide.
Una buena alimentación basada en la dieta mediterránea, llena de vitaminas, minerales y nutrientes y apartando a un lado otros tipos de alimentos más perjudiciales es lo ideal, ya que como establece Arthritis Foundation el sobrepeso influye en gran medida en las articulaciones favoreciendo su inflamación, ya que se ejerce una mayor presión sobre ellas. De esta forma este tipo de alimentación ofrece al organismo esos nutrientes con capacidades antiinflamatorias esenciales para mantener las articulaciones en buen estado.
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Dieta mediterránea para el cuidado de tus articulaciones
Para la artritis reumatoide es básico mantener una dieta mediterránea, donde los alimentos de origen vegetal, tanto frutas y verduras como semillas o frutos secos, tengan una gran presencia, aunque tanto el aceite de oliva como el pescado son grandes aliados. Precisamente el pescado, como el salmón o el atún son ricos en omega 3, ácidos grasos capaces de reducir la inflamación del cuerpo.
Así mismo, los alimentos con calcio o las verduras de hoja verde ayudarán a fortalecer los huesos, una parte clave para mantener en forma las articulaciones, pero la misma importancia tiene la vitamina D que permite al organismo absorber el calcio, pudiéndose comer o recibir mediante los rayos del sol, siempre con precaución.
Muchos minerales que se encuentran en los alimentos son más importantes de lo que verdaderamente creemos, como el azufre, presente en algunas pescados y carnes magras que hace de tratamiento frente a la artritis. Por su parte, el magnesio, presente en cereales integrales y en algunos frutos secos, permite el fortalecimiento de los huesos, siendo junto al calcio uno de los alimentos principales para la protección ósea. Y más allá de la vitamina D, la C es una gran defensa del organismo que a su vez favorece el desarrollo de los huesos, aunque más allá de los cítricos puedes encontrarla en otras frutas como el kiwi.
Los contraindicados
Ahora bien, una buena alimentación también requiere de ciertos sacrificios eliminando, moderando o rebajando el consumo de ciertos productos, en especial de las grasas saturadas muy presentes en carnes rojas y también en las grasas trans, que principalmente se encuentran en los productos procesados y la comida basura o rápida. ¿Por qué es mejor reducir su consumo? Básicamente estas grasas pueden elevar los niveles de colesterol, pero también de inflamación, por eso pueden ser perjudiciales para las articulaciones.
También es importante controlar el consumo tanto de azúcar como de sal. El primero, por mucho que nos endulce el día, debe tomarse con moderación porque puede provocar un aumento de peso que termine afectando a las articulaciones y debilitándolas. Con la sal lo que ocurre es que su contenido en sodio puede provocar retención de líquidos, por eso siempre es mejor no pasarse de más con el salero, menos aún si se tiene hipertensión.
La ingesta de alcohol no siempre es buena, por eso su limitación es importante, pues un exceso puede llegar a causar sobrepeso, que afecta directamente a los huesos y las articulaciones, además de hacer daño al hígado.
La alimentación es un factor clave en la protección de las articulaciones de forma que puedan reforzarlas a ellas y a los huesos pero también mantengan un peso ideal, ya que la presión de la grasa acumulada sobre las articulaciones puede ser fatal para ellas desarrollando alguna patología relacionada. En definitiva, la dieta mediterránea, rica en vitaminas, minerales y ácidos grasos se convierte en la adecuada para todo aquel que quiera mejorar y proteger sus articulaciones.