Puede que te haya ocurrido o conozcas a alguien que ha sufrido caídas del cabello repentinas. Eso es lo que ocurre con la alopecia areata, una forma de alopecia que afecta principalmente a los niños y a los adultos alrededor de los 30 años, aunque puede surgir a cualquier edad. Esta caída progresiva, que va dejando el cuero cabelludo desnudo, puede ser un drama para ti a no ser que decidas actuar a tiempo. Te mostramos por qué puede manifestarse y cuál es su tratamiento.
Pero, ¿qué es exactamente la alopecia areata? El dermatólogo Sergio Vañó la define como “una alopecia de origen inmunológico, el sistema inmune ataca a la raíz del pelo, por lo que se produce la caída del cabello”. Esta patología puede manifestarse de dos formas distintas. La primera es con la pérdida general de pelo en todo el cuerpo, llamada alopecia areata universal, mientras que la segunda es la pérdida generalizada o total del cabello, pero solo en el cuero cabelludo, la alopecia areata total.
El experto comenta que no existe una causa concreta por la que se produzca esta caída de pelo. Lo que sí puede influir es la genética cuando existen antecedentes familiares que hayan desarrollado este tipo de alopecia. Aunque no sea una causa, Vañó destaca los procesos de estrés físico y emocional como uno de los desencadenantes más frecuentes.
El 99% del diagnóstico suele ser visual, observando el cuero cabelludo, o a través de una tricoscopia digital que permita ver de cerca la raíz del pelo y también llevar un control de la evolución de la enfermedad. Pero siempre pueden existir casos dudosos, donde no quede del todo claro que sea una alopecia areata. Por eso, en esas situaciones es necesario hacer una biopsia cutánea para que tanto tú como el especialista puedan salir de dudas y tener un diagnóstico claro para el posterior tratamiento.
Aunque acostumbramos a pensar que este tipo de patologías las sufren los hombres, lo cierto es que afecta a ambos sexos por igual, y a pesar de que puede aparecer en cualquier momento, existen dos picos claros de incidencia. Durante la infancia y las personas que rondan los 30 años. Vañó recalca que la alopecia areata no produce un impacto sobre la salud del paciente, pero sí que lo puede hacer a nivel psicológico. Es normal que con la pérdida del cabello al paciente se le creen inseguridades o tenga menos confianza en sí mismo, sobre todo cuando afecta a los adultos jóvenes.
Una vez detectada, el paciente debe estar atento, pues podría sufrir otras enfermedades autoinmunes asociadas. En estos casos, el especialista suele prestar especial atención a las enfermedades relacionadas con el tiroides, puesto que ambas patologías están relacionadas. Por tanto, si has sido diagnosticado con alopecia areata, deberías realizarte un estudio analítico para confirmar si también padeces una enfermedad tiroidea o no.
Al igual que no se conocen las causas, tampoco existe una cura definitiva, pero si tratamientos que permiten al paciente recuperar su pelo y mantenerlo frente a posibles recaídas. Incluso es posible que, sin tratamiento alguno, existan episodios de mejoría de la alopecia areata. El tratamiento más frecuente en estos casos es la aplicación en la misma consulta de líquidos o lociones de corticoides, o las infiltraciones con inyecciones directamente en la zona del cuero cabelludo donde se ha perdido el pelo. Además, este método es prácticamente indoloro y no lleva mucho tiempo.
Como cada persona es un mundo, hay pacientes que también necesitan una medicación por vía oral, por lo que cuando es necesario, tu médico puede recetarte corticoides en pastillas, un método mucho más cómodo que los anteriores.
Una vez va surgiendo efecto y se recupera poco a poco el pelo, lo más frecuente es que se vayan reduciendo las dosis del tratamiento. La mayoría de personas mantienen perfectamente el pelo que han recuperado. Sin embargo, hay otras que sufren recaídas, volviéndolo a perder. En estos casos se suele retomar la medicación, y en algunos es necesario su mantenimiento de forma continuada para evitar esas recaídas, siempre bajo el control del especialista.
Y aquí la gran pregunta… ¿puedo hacerme un trasplante capilar? Pues al contrario de lo que puedas pensar, el trasplante capilar no es una opción frente a la alopecia areata. Sergio Vañó no lo recomienda por una sencilla razón. Por mucho que se realice el trasplante, ese pelo también puede sufrir el ataque del sistema inmunológico y, por lo tanto, caerse. Así que si lo habías pensado, no. El injerto capilar no es para nada una cura ni un remedio para la alopecia areata.