Porque no es solo cosa de hombres: principales causas de la alopecia en mujeres
Las mujeres también sufren de alopecia, una enfermedad que puede afectar psicológicamente más a ellas que a los hombres
La mayor pérdida capilar de las mujeres es en la zona frontal, pero por suerte existen diferentes tipos de tratamientos
Siempre asociada a ellos, pero lo cierto es que afecta a ambos. Sí, la alopecia puede aparecer también en las mujeres, lo que ellas, si llevan un corte de pelo largo pueden disimularlo mucho mejor que los hombres. En el momento de la ducha o en el cepillado del cabello es normal que se pierdan algunos pelos, pero en ocasiones la caída es exagerada y, además de encontrar pelo por todas las estancias de la casa, comienzas a notar una reducción considerable del volumen capilar. Porque tal y como el dermatólogo y cirujano capilar Sergio Vañó declara, la alopecia, aunque se relaciones con los hombres, afecta a los dos sexos por igual.
Disimularlo es su gran ventaja gracias a la melena larga o los flequillos, pero hay ocasiones en las que las clareas son más que evidentes, por lo que puede llegar a afectar de forma psicológica mucho más a las mujeres que a los hombres, dado que en ellas es un tema mucho más tabú, mientras que en los varones la calvicie muchas veces se ve como un símbolo de masculinidad e incluso de atractivo.
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¿Por qué se produce?
La alopecia en mujeres puede producirse prácticamente a cualquier edad, la alopecia androgénica femenina puede detectarse desde la infancia o adolescencia, cuando el organismo empieza a producir hormonas, hasta etapas premenopaúsicas, en la menopausia o tras ella. Y otro tipo frecuente en mujeres es la alopecia frontal fibrosante, que afecta principalmente a la zona de la frente, a las cejas e incluso puede hacerlo en el vello corporal, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Cuando se habla de alopecia androgénica se relaciona con la genética y otros factores asociados, como falta de vitaminas, trastornos hormonales o episodios de estrés que provocan la pérdida de la densidad capilar en la frente y la coronilla, además de la una caída progresiva del pelo de la raya central que separa el cabello. Es el caso de Dévora, durante su adolescencia sufrió varios episodios de estrés, lo que hizo que perdiera pelo en la zona frontal. “Tras acudir al médico me diagnosticó alopecia androgénica, heredada por parte de mi abuelo”, declara. Mientras, la alopecia frontal fibrosante no tiene una causa totalmente aclarada, aunque podría asociarse a cambios hormonales o pacientes que por genética tengan mayor disposición a sufrirla.
Los diagnósticos de cualquier tipo de alopecia se suelen realizar en forma de exploración clínica acompañados de una tricoscopia digital para poder valorar la densidad del cabello, y en algunos casos se puede acompañar de una biopsia cutánea. Además, los especialistas no suelen descartar estudios analíticos para verificar si existen alteraciones hormonales o controlar la tiroides, ya que muchas veces sus enfermedades están relacionadas con la pérdida del cabello.
Pero además de los tipos de alopecia que ya se han comentado, también existe la areata, que tiene un origen inmunológico en el que el sistema inmune ataca a la raíz del pelo haciendo que este caiga, según expone el cirujano capilar. Sin una causa concreta, episodios de estrés físico y emocional pueden hacer que se desencadene.
¿Existe un tratamiento?
Por suerte, la mayoría de alopecias pueden tratarse de forma indolora, una gran alegría para muchos pacientes, ya que la pérdida del cabello puede producir un gran impacto psicológico al crear inseguridades en la persona, en especial en los más jóvenes. Para la alopecia areata se suelen utilizar lociones de corticoides en la zona afectada en la propia consulta o medicación por vía oral si fuese necesario.
Para la androgénica se suelen utilizar fármacos antiandrógenos que actúan sobre la raíz para revertir la alopecia, aunque en el periodo de tratamiento la mujer debe evitar el embarazo y la donación de sangre. Este fue el tratamiento que Dévora tomó durante un tiempo hasta recuperar cierta normalidad en su cabello. Actualmente, comenta que su densidad capilar en la zona delantera es mucho menor que en el resto del cabello, pero no supone ningún problema a no ser que se encuentre en una época con demasiado estrés, lo que hace que vuelva a tener caídas importantes.
También existen algunos tratamientos tópicos para estimular el cabello e infiltraciones a través de microinyecciones y, en casos en los que no funcione, se puede valorar el trasplante capilar. El tratamiento para la alopecia frontal fibrosante es muy similar a la androgénica, aunque ni para esta ni para la areata el trasplante es una opción, dado que puede volver a perderse el pelo.
La alopecia parecía ser cosa de hombres, pero también puede afectar a las mujeres en cualquier edad, en especial tras la menopausia, donde el ciclo del pelo es más reducido, haciéndolo más fino y delgado y por tanto más débil, según la AEDV. Detectarlo a tiempo y acudir al médico será clave para ayudarte a frenar su evolución y, con el correcto tratamiento, mantener tu melena sana.