Cuando mencionamos la palabra ‘balneario’, seguramente nos venga a la cabeza un lugar de principios de siglo donde los enfermos acudían a sumergirse en aguas termales y convalecer. Paseos entre jardines, reposo, cartas manuscritas a la persona amada y pájaros. Por entonces, a este tipo de retiro se le llamaba ‘tomar las aguas’, y eran las clases pudientes las que se lo podían permitir.
La modernidad se infiltra en todos los conceptos viejos, y acudir a un centro de este tipo en el verano puede ser una excelente idea para aprovechar el reposo y desconexión que nos ha dejado la pandemia. El turismo de salud sigue en alza. Ya desde la época griega el agua y sus propiedades han tenido un papel fundamental en la sanación de dolencias, y estos centros están especializados en tratamientos que cuidan tanto el cuerpo como la mente. España cuenta con algunos de los más importantes de Europa.
Son tres las opciones entre las que decantarnos a la hora de tomar una decisión: Spa, balneario tradicional y centros de talasoterapia, que utilizan el agua de mar como base de sus métodos. Si nos fijamos únicamente en los balnearios españoles, cada tipo de agua está recomendada para un tipo de tratamiento específico, desde las ‘radiactivas’, para tratar los embates del estrés y la garra de la depresión a las ferruginosas, adecuadas para las enfermedades la piel y la renovación sanguínea.
Es uno de los más interesantes en el ranking de turismo de salud europeo. No hace mucho se llevó el Premio Wellness, que lo posicionó como uno de los más prestigiosos de España. Se encuentra en uno de los rincones más espectaculares de la región de Murcia, el Valle de Ricote.
190.000 metros cuadrados con dos piscinas termales y chorros de agua para apagar las molestias en lumbares y cervicales. Cuenta con tres hoteles: Termas, León y Levante; un centro de estética, solárium y jardines, además de parque infantil, lo que lo hace una excelente opción para dejar a los niños ahogándose en la piscina mientras nos relajamos en las termas. Tranquilo, alguien vendrá a sacarlos y te los devolverá relajados como gatitos.
En el corazón de las rías Baixas, con sus espectaculares paisajes, está este hotel balneario, embajador de la Wellness Experience, premio para establecimientos con aguas mineromedicinales. Perogrullo y blablerío que en este caso resultan ser ideales para combinar belleza y relax: al entorno impresionante y la experiencia clásica termal puedes añadir un casino, pistas de tenis y un campo de golf para hacer unos cuantos hoyos (si es que tienes fuerzas después de los tratamientos y no quieres meterte en la cama para dormir un sueño de mil años).
No perdamos el gusto infantil por untarnos la cara con cosas que encontramos en el suelo. El centro está especializado len os tratamientos con lodo.
Manantiales cuyo sonido viaja de lo veraniego a lo científico en nuestros oídos. Sus cualidades imprescindibles: ofrecernos en sus circuitos aguas de tipo bicarbonatado, fluorado, litínico, clorurarosódico. Más o menos como cuando te regalaran el Quimicefa, de niño. Mejor una imagen algo más prosaica para que te decidas: las terapias de este balneario están recomendadas para los reumatismos, las mejoras del aparato respiratorio y los tratamientos contra la obesidad.
Quizá el que cuenta con uno de los paisajes que mejor quitan el hipo y los dolores, levantado sobre una pradera que rodea el lago Ibón de Baños y con un buen patrimonio arquitectónico. Las aguas vienen de seis fuentes distintas Un lugar ideal si queremos tratarnos problemas renales o digestivos, al que además podemos sumar rutas de senderismo por el pirineo. Las aguas salen del manantial de Tiberio, como el emperador romano.
Los ojos se abren (y descansan) sobre otro paraje ideal para desconectar: Sierra Nevada. El agua mineromedicinal viene de los manantiales del parque natural.
El que quizá sea el balneario con las mejores aguas termales de toda España cuenta con el atractivo añadido de unos espectaculares jardines de 25 hectáreas. Sus termas salen en el libro Guinness por provenir de 36 manantiales distintos, lo que convierte a sus aguas en un lugar donde podrían haberse bañado los Dioses griegos para tratarse las durezas y los dolores cervicales.
Si lo que buscas es talasoterapia y agua de mar para irrigar tu tranquilidad, este es tu sitio: un complejo hotelero que cuenta con este tipo de circuito, y además al aire libre.