En los últimos días Hollywood ha sido noticia y no precisamente por su cine, más bien por las declaraciones de algunas de sus estrellas sobre su higiene personal. Las duchas de muchos intérpretes están en boca de todos por las diferentes declaraciones que en los últimos días han hecho algunos. Entre ellos Jake Gyllenhaal hablaba con Vanity Fair y al salir el tema ducha lo dejaba claro: "cada vez más encuentro que el baño es menos necesario, a veces. Hay todo un mundo en lo de no bañarse que además es muy útil para el mantenimiento de la piel, nos lavamos a nosotros mismos de manera natural", reconocía a la publicación.

El actor, en plena campaña de promoción de un perfume para el que presta su imagen, ha dejado claro que no cree en eso de ducharse todos los días, y no es el único. La pareja formada por Ashton Kutcher y Mila Kunis han sido algo así como los precursores de esta moda de no pasar por la ducha cada día, aunque sí que mantienen un mínimo de higiene. Kutcher confirmó que se lava las axilas y la entrepierna cada día, pero nada más, mientras que Kunis había expuesto en un podcast que no se lava el cuerpo con jabón a diario.

Estas costumbres también las han transmitido a sus hijos, a los que, según la pareja de actores, solo bañan si ven suciedad en ellos, "de lo contrario no tiene sentido", han contando. La actriz Kristen Bell va en línea de la pareja. En una intervención en el programa The View contó que ella espera a que el hedor llegue a sus fosas nasales, "es la forma que tiene la biología de hacerte saber que necesitas lavarte". Pero sí que tiene lo que ella misma califica de "bandera roja": las bacterias. Si las hay, "métete en la ducha".

Otros, como Leonardo DiCaprio, reducen sus duchas por ahorrar agua por el planeta, o al menos eso es lo que contó su expareja, Erin Heatherton. Charlize Theron, Johnny Depp, Julia Roberts, Russell Crowe e incluso Brad Pitt son algunas de las estrellas que o han reconocido que no se enjabonan a diario o compañeros o fuentes cercanas a ellos lo han confirmado a los medios.

Pero frente a los que en Hollywood pregonan que no se duchan todos los días, Dwayne Johnson 'La Roca' ha querido desligarse con un tweet en el que deja claro que es lo contrario a "los famosos que no se lavan". "Una ducha (fría) cuando me levanto de la cama para empezar el día. Una ducha (templada) después de entrenar para irme a trabajar. Una ducha (caliente) cuando llego del trabajo. Lavado de cara, de cuerpo, exfoliación y cantar (desafinado) en la ducha", contaba en su Twitter el actor.

Mientras unos creen que no deben ducharse todos los días, otros esperan a que el olor haga acto de presencia para meterse en la ducha o se enjabonan hasta tres veces al día, como 'La Roca'. Pero, ¿cuál es la mejor fórmula? ¿Es verdaderamente necesario ducharse todos los días? ¿Qué dice la ciencia?

Para ir al grano, ni un extremo ni el otro. Ni ser un guarro ni pasarse con la limpieza. En un artículo publicado en Time sobre esta cuestión, Elaine Larson, experta en enfermedades infecciosas, explicó que "la ducha se debe principalmente a razones estéticas. La gente cree que se está duchando por higiene o para estar más limpia, pero no es el caso" si se piensa en bacterias. Según algunas investigaciones que ha realizado, el baño elimina el olor, pero en cuestión de protección frente a enfermedades lo más adecuado es, y esto nos suena, el lavado de manos con frecuencia.

Más allá de que ven innecesaria una ducha diaria, otros expertos en dermatología, como Brandon Mitchell, aclaran que el exceso de baño puede "despojar a la piel de sus aceites naturales y también puede alterar la población de bacterias que apoyan el sistema inmunológico de la piel". "Una ducha diaria no es necesaria", expone Mitchell que, aunque depende de cada caso, establece que lo ideal es meterse en la ducha unas dos veces a la semana.

Dado que en general la población se ha acostumbrado a ducharse cada día, los expertos aconsejan en esos casos no enjabonarse todo el cuerpo, solo las axilas, los glúteos y las ingles, que son las zonas que más secreciones producen, pues el agua y el jabón pueden debilitar nuestra piel, secarla y dejarla expuesta a infecciones. Entonces, ¿qué más debo hacer, o no, para lograr la ducha perfecta?

Todo debe empezar por el agua, lo ideal es que esté tibia, no demasiado fría ni tampoco excesivamente caliente, ya que se puede secar la piel e incluso desarrollar piel atópica, mientras que el jabón debería ser neutro, sin perfumes.

El secado, aunque llevemos prisa, no debe ser brusco. Lo mejor sería una toalla suave con la que ir dando golpecitos sobre nuestro cuerpo, prestando especial atención a las axilas, los dedos o cualquier pliegue en donde pueda acumularse humedad. Y aunque seas como 'La Roca' y te guste dar algún que otro concierto mientras cae el agua, mejor que solo sea de unos minutos, sin alargarla demasiado.