En España se consumen unos 37 litros de refrescos por persona al año, un dato que puede no ser del todo relevante hasta que se pone el foco en el efecto que esas y otras bebidas azucaradas tiene sobre la salud. A pesar de conocerse que su consumo frecuente no es saludable, estas bebidas se encuentran en la mayoría de frigoríficos españoles. Ahora, un estudio estadounidense realizado por investigadores la Universidad de Washington publicado en la revista Gut apuntando a cómo el consumo de dos o más bebidas azucaradas al día está relacionado con la aparición precoz de cáncer de intestino o colon.
Según lo publicado en la investigación la ingesta de los refrescos puede duplicar el riesgo de padecer cáncer colorrectal precoz antes de los 50, uno de los tumores más morales y el segundo con mayor incidencia en varones. El consumo de las bebidas azucaradas está directamente relacionado también con un mayor riesgo a padecer obesidad o diabetes y, la ingesta en la adolescencia o la juventud, podría llevar a desarrollar cáncer de colon en adultos de mediana edad. Aunque se habla de antes de los 50 años, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) el 90% de los casos llega después de esa edad.
Por ello, para confirmar esta suposición, los investigadores estadounidenses recogieron la información de 95.464 mujeres de un estudio llamado Nurses' Health Study II donde se informaba sobre lo que comían y bebían con multitud de actualizaciones. En todo caso, se contó con información sobre factores que pudiesen ser influyentes, como el estilo de vida, el uso de medicamentos o antecedentes familiares en patologías como el cáncer de colon. En los 24 años de seguimiento, 109 de los participantes sufrieron cáncer de intestino antes de cumplir 50 años.
Siguiendo sus estudios y los patrones, tomar bebidas azucaradas en la edad adulta potenció el riesgo de padecer la enfermedad, de tal manera que quienes bebían dos o más refrescos tenían el doble de probabilidades de tener cáncer de colon, pues cada bebida diaria se relacionaba con un riesgo un 16% mayor.
¿Y qué bebidas son una alternativa? Pues tal y como indica el estudio, sustituir las bebidas azucaradas por unas endulzadas artificialmente, el café fueron asociados con un riesgo de hasta un 36% menor de tener este cáncer antes de cumplir los 50 años.
A pesar de que los investigadores no establecen la causa, solo la correlación, explican que las bebidas azucaradas pueden suprimir la sensación de saciedad, por lo que se podría tener un consumo excesivo que terminase provocando un aumento de peso, así como la diabetes de tipo 2 como apuntábamos anteriormente por su efecto en la glucosa en sangre y, por tanto, en la insulina.
Por eso mismo recomiendan sustituirlas por otro tipo de bebidas desde pequeños, en la adolescencia, la juventud y también en la edad adulta, pues puede ser una vía para evitar padecer cáncer de colon o intestino precoz antes de cumplir los 50 años.
Los síntomas del cáncer de colon pueden pasar inadvertidos en fases iniciales, por ello es imprescindible prestar atención tanto al cansancio, dolor abdominal o pérdida de peso que puede presentarse en fases más avanzadas, así como cambios en el ritmo intestinal o la presencia de sangre en las heces. Además de factores como el estilo de vida o la alimentación, el factor hereditario es uno de los más importantes y, dado que están aumentando los casos en gente más joven, se aconseja empezar con las pruebas de detección precoz en torno a los 45 años.
Las bebidas azucaradas, según la AECC, también tienen un papel en el riesgo a padecer cáncer de mama. De esta manera se expone que el consumo de bebidas azucaradas se asocia a una mayor incidencia de este tipo de cáncer en mujeres postmenopáusicas frente a las que o no las consumen o lo hacen de forma puntual.
Aquí volvemos a la insulina, que según la AECC, se incrementa en sangre y transforma los andrógenos en estrógenos de manera que crecen las células de la mama y, por tanto, aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama. Por ello, la reducción en el consumo de estas bebidas o su eliminación de la dieta es una medida preventiva más frente a la enfermedad.