El cáncer colorrectal es una de las enfermedades más extendidas entre los varones en España. Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), es el segundo más frecuentemente diagnosticado tras el cáncer de próstata. La edad es el factor de riesgo más a tener en cuenta: el 90 % de los casos diagnosticados se da en mayores de 50 años. Como suele ocurrir en estos casos, la detección precoz y los hábitos de vida saludables son cuestiones clave para frenar las consecuencias más peligrosas y controlar la situación a tiempo.
Te contamos los síntomas y las alertas a las que tienes que estar atento para detectar si puedes estar desarrollando la enfermedad, de la mano de José Ignacio Martín Valadés, jefe de la sección de tumores digestivos del MD Anderson Cancer Center de Madrid.
Martín Valadés explica a Uppers que, en fases precoces, el cáncer colorrectal puede "no provocar ningún síntoma". Es a partir de fases más avanzadas cuando el paciente puede manifestar "cansancio, dolor abdominal o pérdida de peso". "No obstante, debe consultarse al médico ante la presencia de sangre en las heces", señala el experto, "o cambios del ritmo intestinal como diarrea o estreñimiento persistente o cambiante".
Como se ha comentado, la edad aumenta las posibilidades de contraer el cáncer colorrectal. En principio, la edad y el sexo masculino son dos factores de riesgo para el desarrollo de cáncer colorrectal, asegura Martín Valadés. Pero no es el único factor de riesgo. También influyen factores asociados al estilo de vida (como la dieta que sigamos) y los factores genéticos o familiares.
El experto y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) coinciden en señalar que los pólipos en el colon y/o recto, así como las enfermedades inflamatorias del intestino (especialmente la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa) son dolencias que debemos tener muy en cuenta. Hay que llevar un control médico exhaustivo y constante ya que, de tener alguno de estos problemas de salud, podrían aumentar las posibilidades de tener cáncer colorrectal en un futuro.
La alimentación es también determinante a la hora de desarrollar un tumor de este tipo. "Hacer una dieta pobre en frutas y verduras o rica en carne roja o procesada, ligado a la inactividad física, la obesidad o el consumo de tabaco y alcohol" puede aumentar las posibilidades de padecer la enfermedad, detalla el experto de MD Anderson Cancer Center de Madrid.
Por último, el factor hereditario o familiar también expone a los pacientes a un mayor riesgo de padecer la enfermedad. Según la SEOM, "hasta un 25 % de los pacientes tienen un familiar afecto y en menos del 10 % existe un componente hereditario". Cuando un familiar o varios han sido diagnosticados con esta dolencia, la incidencia es mucho mayor.
A nivel general, se puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad atendiendo a una serie de criterios, especialmente relacionados con las rutinas del día a día. "Lo indicado es hacer pruebas de cribaje (detección precoz). En las comunidades autónomas se han establecido a partir de los 50 años. Se realiza un test de sangre oculta en heces, muy sencillo y nada invasivo", asevera el experto. Se trata de una muestra de heces con la que los médicos determinan la presencia o no de sangre. "En caso de que fuera positivo, debe realizarse una colonoscopia". Y avisa. "El aumento de casos en personas más jóvenes está planteando que, a lo mejor, se reduzca la edad de los test de cribado a los 45 años".
La alimentación es una cuestión primordial. La SEOM recomienda una dieta con un consumo alto de vegetales y frutas frescas, evitando en cualquier caso aquellas que contengan una gran cantidad de calorías. Con ello se evita, también, la obesidad, otro de los factores de riesgo.
Fumar durante cierto tiempo también dispara las posibilidades llegar a contraerlo. Por ello, se recomienda dejarlo a tiempo.
El ejercicio físico a nivel general también supone limitar las posibilidades de desarrollar, en un futuro, la enfermedad. A más ejercicio, menor es el riesgo de padecer obesidad, y con ello, menores son las posibilidades de tener cáncer colorrectal.
Dependiendo del tratamiento y la tolerancia de las personas al mismo, sí. "En principio sí, pero es variable entre unos pacientes y otros, dependiendo del tipo de tratamiento administrado y de la posible extensión de la enfermedad", concluye Martín Valadés.