La cavitación es un tratamiento estético que se presenta como la alternativa ideal a la liposucción. ¿Realmente es eficaz? Desde luego, los especialistas así lo creen. En el último año, las ofertas de las clínicas estéticas y centros de belleza se han multiplicado para proporcionarnos este revolucionario método para eliminar la grasa localizada y la celulitis de una vez por todas.
La cavitación estética es un tratamiento corporal que se realiza a través ondas ultrasonidos de baja frecuencia que, al aplicarlas sobre la piel, crean microburbujas de vacío en el interior de un líquido o fluido. En el caso de la grasa, las células adiposas se ven sometidas a una gran presión, lo que hace que la membrana se rompa y la grasa pase a un estado líquido y se elimine por la orina o el sistema linfático.
La cavitación no es un tratamiento de estética concebido para la pérdida de peso, sino para modelar el cuerpo. Se recomienda sobre todo para eliminar la grasa localizada que no desaparece ni con dietas anticelulitis, ni con ejercicio ni con otros tratamientos estéticos. Donde más se nota su efectividad es en las nalgas, abdomen y piernas, pero se puede realizar en más zonas. También se aconseja para aquellas personas que aun siendo delgadas o estando en su peso ideal, tienden a acumular grasa en determinadas zonas, como en las caderas o en la tripa.
Hay distintos sistemas de cavitación, por eso, la aplicación de cualquiera de ellas dependerá de la necesidad concreta del paciente.
La técnica de la cavitación es mínimamente invasiva, y no precisa de ninguna intervención quirúrgica, por lo que las posibilidades de daño son muy reducidas y resulta completamente segura. Además no implica efectos secundarios graves y no suele resultar dolorosa. En contadas ocasiones, se pude notar una ligera sensación de succión, pero no resulta molesta, y los pacientes pueden aguantar sin problema todo el tiempo que dura la sesión. Al final de la misma, la piel queda lisa y sin ningún tipo de traumatismos, a diferencia de otros métodos; puede aparecer un ligero enrojecimiento en casos esporádicos, pero no supone ningún peligro ni a corto ni a largo plazo. Además, el calor que se genera debido a la intensidad lumínica resulta tolerable para todo tipo de pieles.
Los resultados de la cavitación son visibles, según los expertos, a partir de la tercera sesión. Y hay que tener en cuenta que la cavitación siempre se acompaña de otras terapias, como pueden ser la presoterapia, para drenar toda la zona de grasa diluida, la radiofrecuencia para drenar y reafirmar, o la plataforma vibratoria, que se puede aplicar incluso antes de la sesión de cavitación.
En realidad, la grasa eliminada no vuelve. Si no hacemos un seguimiento se producirán nuevas células grasas que crecerán y, por lo tanto, volveremos a tener la piel como cuando empezamos el tratamiento. Para tratar estos problemas y conseguir su total eliminación, por supuesto, también es necesario combinarlo con hábitos saludables: dieta sana y ejercicio, principalmente.
Otra cuestión es la periodicidad del tratamiento. La grasa se elimina más o menos a los cuatro días, por lo que a partir de ese momento se puede realizar otra sesión, aunque lo recomendable es hacer una sesión a la semana y nunca más de 40 minutos.
Los profesionales de la cavitación estética recomiendan beber agua de forma abundante antes y después de cada sesión para evitar deshidratarse, así como la realización de una dieta hipocalórica. Aunque no es imprescindible para la obtención de los resultados esperados, hacer ejercicio de forma moderada entre una sesión y otra puede ser de utilidad.