¿Recuerdas cuando la gente se untaba con aceite de oliva o zumo de limón para tomar el sol? Aquella extraña manera de experimentar con nuestro cuerpo como si fuera una receta culinaria, para ser el mejor bronceado del verano, ha pasado a la historia. También está pasando factura: nuestra piel tiene memoria. Cada año se registran en España 5000 nuevos casos de melanoma, la mayoría en personas de entre 40 y 70 años. Este tipo de cáncer de piel está asociado a episodios de quemaduras solares que se han acumulado a lo largo de la vida. Por eso, es tan importante la protección solar desde que somos niños. Aunque no de cualquier manera. José Manuel López Nicolás, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, explica de qué protegerse, qué factor usar o cuándo aplicarse la crema. Puedes verlo en el vídeo.
Y como más vale prevenir que curar, desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recomienda limitar el tiempo de exposición solar evitando los tramos horarios de mayor incidencia (de 12 a 17 horas), así como usar un factor de protección mínimo del 30, que se debe renovar cada 2-3 horas. Según los dermatólogos, se debería aplicar unos dos milímetros de crema cada dos centímetros cuadrados de piel.