Codo de tenista: motivos por los que te puede pasar a ti, aunque no hayas cogido una raqueta
Con un buen tratamiento la epicondilitis lateral se puede eliminar al reducir el dolor y mejorar el movimiento del codo para que no se produzca esta patología
Las articulaciones son una de las zonas del cuerpo más delicadas. Huesos, músculos, ligamentos y tendones formar parte de ellas, por lo que se deben cuidar para que con el paso del tiempo no se sufran enfermedades relacionadas, como la artritis. Pero hay otras muchas patologías que pueden afectar o no dependiendo de la articulación. Una de las más delicadas es el codo por estar constantemente expuesto a golpes o a movimientos que puedan dañarlo. Y precisamente una de las dolencias que se puede sufrir es el codo de tenista, muy común entre los que practican ese deporte pero también en personas que para nada están relacionadas con el. ¿Quieres saber en qué consiste verdaderamente?
Por norma general se lo conoce como codo de tenista, aunque su nombre real es epicondilitis lateral, que se produce por el uso excesivo del codo. Ya te comentábamos que son los tenistas los que más sufren esta patología, pero en cualquier trabajo que se requiera de un uso constante de los brazos donde el codo esté implicado en la repetición de movimientos puede aparecer. Por ejemplo, pintores, albañiles, cocineros o un manejo excesivo del ordenador, por lo que no, no es una dolencia exclusiva de tenistas.
MÁS
Pero, ¿qué es?
El exceso de uso y la repetición de movimientos puede provocar una inflamación en los tendones del codo que unen ambas partes del brazo. En tenis suele aparecer por realizar inadecuadamente los golpes, por eso se trabaja tanto la técnica, no solo para jugar mejor sino también para prevenir este tipo de dolencias. Esa inflamación de los tendones con el tiempo puede volverse un dolor bastante notable, por lo que es importante detectarlo y tratarlo para que no se intensifique más de lo debido, ya que puede extenderse hasta el antebrazo o llegar a la mano.
Si no eres tenista, detectarlo puede ser más complicado, pero por lo general la principal dificultad de la epicondilitis lateral es que el movimiento de extensión de codo te producirá cierto dolor. Luego puede surgir el malestar en ciertas ocasiones, como cuando se levanta la mano para saludar, se va a coger algún objeto o, muy frecuentemente, al usar el ratón del ordenador. Además, puede ser bastante notable sufrir los dolores por la noche o por las mañanas, necesitando hacer algún que otro estiramiento para poder mover adecuadamente la articulación.
Detectarlo por parte del médico no suele ser una tarea complicada, ya que en muchos casos se realiza el diagnóstico palpando la zona para medir el dolor y probando a realizar algunos movimientos. Aún así, es normal que se proponga hacer una ecografía para corroborar mejor el estado de la articulación, e incluso algunos pueden recurrir a la resonancia magnética para un diagnóstico mucho más detallado.
¿Cómo será el tratamiento?
En primer lugar una de las medidas más importantes es guardar reposo del codo, ya que probablemente esta patología haya nacido a raíz de un uso excesivo de la articulación. Debido a que se provoca una inflamación en el codo, se aconseja que se aplique frío en la fase inicial del tratamiento, en espacial si es aún no se han desarrollado grandes dolores, para luego pasar a la aplicación de calor cuando la inflamación se haya conseguido reducir. Para ello tu especialista podrá recomendarte el uso de antiinflamatorios como complemento, que podrán ser ingeridos o también en forma de pomada.
A esto se le pueden sumar sesiones de fisioterapia o de rehabilitación para la realización de movimientos y estiramientos que ayuden a la correcta recuperación de la articulación. Además, este proceso debe servir para mejorar la higiene postural, es decir, una vez recuperado no volver a caer en los mismos gestos o movimientos que provocaron la patología. De esta manera lo que se busca no es solo la recuperación del paciente y liberarlo del dolor y la inflamación, sino también que no vuelva a sufrir esa enfermedad.
A pesar de que con los tratamientos ya nombrados la mayoría de pacientes se recupera, hay casos puntuales en los que no se consigue menguar el dolor o la inflamación. Es ahí cuando los expertos recomiendan la intervención quirúrgica como último remedio para liberar al tendón de la inflamación. Aún así, tras la operación el paciente debe seguir un proceso de rehabilitación de la articulación para dar movimiento y fortalecer los músculos de la zona.
Frecuente en tenistas pero no exclusivo de ellos. El codo de tenista es una dolencia un tanto incómoda, pero ponerse en manos de especialistas y un correcto tratamiento puede hacer que te recuperes pronto y además mejores la postura para no volver a sufrir la epicondilitis lateral.