Llevar una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras y hacer ejercicio de manera constante es fundamental para perder peso, pero si realmente queremos librarnos de esos kilos de más que tanto nos molestan, debemos revisar y mejorar todos nuestros hábitos y costumbres, desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche.
A pesar de que, por norma general, solemos prestar más atención a lo que comemos y hacemos por las mañanas, para que nuestra dieta dé los frutos que esperamos es importante que creemos también una buena rutina nocturna, ya que el motivo por el que no logramos que nuestra báscula baje puede estar en las últimas horas del día y, en concreto, en un hábito muy común: ver la televisión antes de acostarnos.
Pasar largos periodos de tiempo delante del televisor no solo está relacionado con un estilo de vida sedentario, sino que hacerlo por las noches también puede aumentar nuestro peso e impedir que descansemos correctamente. Así lo ha explicado la doctora Macklin E.Guzmán en una publicación de la revista She Finds, en la que se explica que ver la tele a altas horas de la noche puede impactar negativamente en nuestra dieta.
Esto se debe a la luz azul que emanan las pantallas, tanto del televisor como del móvil o el ordenador, y sus efectos sobre la neurohormona que nos hace dormir, la melatonina. Según han demostrado diversos estudios, este tipo de luz es la que más retrasa la producción de melatonina, afectando a nuestros ritmos circadianos y dificultando que conciliemos el sueño. Como resultado, tras pasar largas horas delante de la pantalla antes de acostarnos, no solo tardaremos más en dormirnos, sino que empeoraremos nuestra higiene del sueño.
“Ver mucho la tele antes de acostarnos afecta a la calidad de nuestro sueño”, explica la doctora Guzmán. “Es posible que tu cuerpo tarde más en dormirse y que se recorten los ciclos de sueño profundo, y hasta puede influir en que padezcamos insomnio”, alerta.
Cuanto menos dormimos, más cansados nos sentimos durante las horas del día, lo que reduce nuestra capacidad para tomar decisiones favorables y nos inclina hacia unos hábitos más sedentarios. Esto no solo dificulta que perdamos esos kilos de más que nos llevan por el camino de la amargura, sino que también puede afectarnos a nuestra salud, haciendo que repitamos esas malas costumbres que estamos intentando cambiar.
Según varias investigaciones, reducir nuestro consumo de televisión a la mitad puede ayudarnos a quemar 120 calorías adicionales por día, una cifra que, si bien puede parecer insignificante, al cabo de un año se traduciría en un total de cinco kilos.
Dado el tipo de sociedad en la que vivimos, en la que pasamos la mayor parte de nuestro día fuera de casa, la noche suele ser el momento que elegimos para desconectar con una serie o película. Para comenzar a ver mejores resultados en nuestro cuerpo, sin embargo, no es necesario que eliminemos por completo este hábito, sino que, sencillamente, basta con que moderemos las horas que pasamos delante de la pantalla y que limitemos nuestro consumo nocturno a un máximo de una hora.
Para mejorar la higiene de nuestro sueño, además, la doctora Guzmán recomienda que antes de acostarnos practiquemos un poco de ejercicio ligero, como yoga o un paseo rápido. “Solía pensarse que hacer ejercicio antes de acostarse dificultaba nuestro descanso nocturno”, señala. “Sin embargo, nuevas investigaciones han refutado esta creencia”, explica.
La doctora cita un reciente estudio de la revista Sports Exercise, en el que se descubrió que las personas que practicaban ejercicio antes de irse para la cama se dormían más rápido y disfrutaban de más horas de sueño profundo. “Puedes hacer ejercicio antes de acostarte si evitas actividades vigorosas durante al menos una hora antes de meterte en la cama”, apunta.
Reducir las horas que pasamos frente al televisor por las noches por un rato de ejercicio o por actividades como leer, escribir o escuchar podcasts puede ayudarnos a crear una rutina beneficiosa que no solo nos ayudará a dormir mejor, sino que repercutirá positivamente en nuestra báscula. Un buen descanso, al igual que la alimentación y el ejercicio, es vital para poder llevar un estilo de vida sano y equilibrado.