Una de las afecciones digestivas más frecuentes es el ardor de estómago, también conocido como pirosis o acidez estomacal, una desagradable sensación de ardor en el pecho o la garganta que se produce cuando el ácido del estómago regresa al esófago. Según los datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), este problema afecta al menos una vez por semana al 30% de los españoles, siendo las mujeres embarazadas y las personas de la tercera edad los usuarios más propensos a padecerlo.
A pesar de que, por lo general, la acidez estomacal no suele ser motivo de preocupación, cuando esta dolencia aparece más de dos veces por semana puede ser síntoma de un problema un poco más grave conocido como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), una afección crónica por la que los contenidos del estómago son devueltos al esófago y que, de no tratarse, puede afectar a nuestra calidad de vida y desembocar en problemas de salud más serios.
La acidez estomacal se produce por una relajación del esfínter que separa el esófago del estómago. Cuando esto ocurre, la válvula no puede cerrar correctamente y los ácidos gástricos que actúan en la digestión suben hacia arriba por el esófago hasta llegar a la garganta.
Según señalan desde la FEAD, la mayoría de personas han sufrido este problema al menos una vez en su vida, aunque estos episodios suelen aumentar en el caso de las mujeres embarazadas y las personas mayores.
Los factores de riesgo que pueden provocar que padezcamos esta dolencia son variados. Las comidas copiosas, los alimentos picantes, la ingesta excesiva de alcohol o bebidas carbonatadas y algunos fármacos, como los antiinflamatorios o antidepresivos, pueden provocar la aparición de esta afección, que también puede manifestarse por el tabaquismo o el consumo de cafeína.
Los problemas de acidez estomacal también pueden aparecer en situaciones de estrés o ansiedad, pues este tipo de sentimientos negativos afectan al aparato digestivo. Asimismo, las personas sedentarias y con obesidad son proclives a experimentar esta sensación, ya que la grasa abdominal puede llegar a comprimir la boca del estómago.
Seguir un estilo de vida sano y saludable y unos buenos hábitos alimenticios puede ayudarnos a prevenir este tipo de dolencias. En este sentido, los expertos de la FEAD han elaborado una serie de recomendaciones para que las personas aquejadas de esta dolencia puedan combatirla. Estas son:
Además, se recomienda mantenerse en un peso saludable, utilizar ropa que no oprima el estómago y comer con calma, masticando bien los alimentos y dedicándole a cada comida el tiempo necesario.
El ardor de estómago suele manifestarse después de las comidas y puede durar desde unos minutos a un par de horas. Para rebajar las molestias, podemos recurrir a algunos remedios caseros, como las infusiones de jengibre, manzanilla, hierbabuena o regaliz o los antiácidos como el famoso bicarbonato, que, disuelto en agua, puede eliminar los ardores de forma rápida. Eso sí: basta con una cucharadita.
Tomar arroz, plátanos y especias como la canela, el comino o el clavo también pueden ayudarnos a combatir estas molestias. No obstante, si la acidez de estómago es persistente, es recomendable que acudamos a un profesional médico para que pueda diagnosticarnos y darnos un tratamiento efectivo.