Anabel Alonso, la crítica más irónica por el concierto de Raphael: "Si le invito en Navidad, ¿podemos juntarnos 5.000?"
Mientras las restricciones en las celebraciones navideñas se imponen en todo el país limitando los encuentros familiares, el WiZink Center de Madrid, propiedad de la Comunidad, ha permitido la celebración de dos conciertos de Raphael con 5.000 asistentes.
El propio cantante, de 77 años y superviviente de un trasplante hepático en 2010, ha asumido un riesgo alto ofreciendo estos conciertos.
Se ha convertido en un clásico de Navidad, como la lotería, los anuncios de cava o de turrones. Raphael ha vuelto a hacerlo: ofrecer dos conciertos masivos para celebrar las festividades navideñas y, de paso, sus 60 años en la música. La diferencia respecto a otros años es que España está inmersa en la pandemia por coronavirus y que Madrid, donde ha realizado estos recitales, es una de las comunidades más asediadas. El concierto también ha sido un evento de riesgo para el propio Raphael, de 77 años y superviviente de un trasplante hepático en 2010.
¿Seis personas en Navidad y 5.000 en un concierto?
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El virus no se va de vacaciones y los contagios están experimentando un repunte. Muchas comunidades han anunciado restricciones tanto en el toque de queda como en el aforo de las reuniones familiares. Madrid, por ejemplo, ha reducido de diez a seis las personas que pueden reunirse en las celebraciones. Los comercios imponen sus criterios de aforo y en la hostelería se prioriza las terrazas y el servicio de barra está suspendido. ¿Cómo concilia todo eso con dar un concierto para 5.000 personas en el madrileño WiZink Center?
"Respetando todas las medidas de seguridad"
El cantante ofreció dos conciertos el sábado 19 y domingo 20 de diciembre. Según los organizadores, los conciertos transcurrieron "sin incidencias y respetando todas las medidas de seguridad". "Ha habido total normalidad y se han respetado todas las medidas de seguridad. El aforo ha estado en torno al 30 por ciento y sin ninguna incidencia", han explicado a Efe las mismas fuentes. Las medidas incluían también la toma de temperatura de los trabajadores, la realización de test de antígenos previos al concierto y la desinfección constante en los accesos, con alfombras anti-gérmenes y dispensadores de gel hidro-alcohólico.
Críticas en redes sociales
El primer concierto en la noche del sábado suscitó críticas en las redes sociales por la afluencia multitudinaria en un espacio cerrado, convirtiéndose en uno de los conciertos más concurridos desde que comenzó la pandemia. WiZink Center quiso zanjar la polémica en un comunicado en el que afirmaba que el sábado hubo 4.368 personas en los asientos habilitados, un 25%, "cuando por normativa se hubiese podido activar hasta el 40% del aforo". Además, según explican, se cumplieron todas las medidas de seguridad, duplicándose, incluso, el espacio obligatorio entre butacas.
Pero aun así, la polémica continúa. Una de las críticas más irónicas ha sido la de Anabel Alonso, que lanzó un contundente tuit contra el veterano cantante. "Si invito a Raphael en Navidad, podemos juntarnos hasta 5.000, ¿no?", escribió la actriz, acumulando más de 1.200 retuits y 6.500 likes desde su publicación.
Riesgos ocultos
La actriz no ha sido la única en reaccionar en contra. A través de su cuenta de Twitter, el médico Javier Padilla ha publicado un hilo también muy crítico alertando contra los riesgos ocultos. Y no se trata de la ventilación: los techos son muy altos y el recambio de aire está prácticamente garantizado. Sin embargo, sí se incrementa el riesgo por la actividad social previa y posterior al concierto; es decir, la movilidad y la interacción entre los asistentes. "Movilizar a 5.000 personas que quieren tomarse una cañita", escribe este médico, antes de sentenciar: "Cuatro días hasta Nochebuena, cinco hasta Navidad, 11 hasta Nochevieja. El timing (de incubación) es perfecto". Pensémoslo, ¿alguien puede oír a Raphael cantar 'Escándalo' sin cantar, sin bailar y con la mascarilla en su sitio?
Concierto "seguro", según Isabel Díaz Ayuso
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, entidad propietaria del WiZink Center, ha afirmado que el concierto de Raphael era "seguro" y cumplió con todos los protocolos. Sin embargo, el repunte de casos y la evidencia de la existencia de una nueva cepa, aún más contagiosa, ha hecho que la política popular avise de que se suspenderán eventos de este tipo si aumenta la incidencia acumulada de casos en la región. "Entiendo a la sociedad cuando ve un concierto como el de ayer, en el que además la imagen confunde porque el Wizink Center tiene una capacidad para 16.000 personas y ayer estaba al 30%. Ahora que no vamos a poder estar con los nuestros más de seis personas estos días, entiendo ese malestar".
La decisión de permitir el concierto ha suscitado nuevamente la réplica de Anabel Alonso, muy crítica con la gestión del gobierno de Ayuso. De manera irónica, vincula la celebración de los conciertos con la puesta en marcha del hospital Isabel Zendal.