La pérdida del cabello es algo que preocupa a hombres y mujeres por igual. El ver como poco a poco desaparece el pelo, uno de los principales atractivos de las personas, puede llevar a provocar grandes impactos en la salud mental de quienes lo sufren, en especial en los adultos jóvenes, pues se crean más inseguridades y baja la confianza en uno mismo. Por eso se debe normalizar la pérdida del cabello, pues es algo que afecta a millones de personas, y no solo a hombres, como se suele asociar, también a las mujeres. Pero lo que se suele desconocer es que la contaminación puede ser un factor determinante para desencadenar una alopecia.
Sabemos que la contaminación del aire de las ciudades afecta negativamente a nuestro cuerpo, elevando las posibilidades de padecer enfermedades pulmonares, algún tipo de cáncer, o afectar de alguna manera a nuestra piel. Pero lo cierto es que la pérdida del cabello puede deberse, en ocasiones, a la exposición frente a la polución, según detalla una investigación realizada por científicos del Future Science Research de la República de Corea que se presentó en octubre de 2019.
La investigación expuso células del cuero cabelludo a concentraciones de partículas PM10 y partículas diésel, que están presentes en la contaminación del aire y que se relacionan con distintos tipos de enfermedades, entre ellas las pulmonares y las cardíacas. En el estudio, los expertos analizaron durante 24 horas como esas partículas contaminantes afectaban, en efecto, a las células del cuero cabelludo.
Tras ello, los investigadores, después de un análisis de los resultados obtenidos, se fijaron en cómo la exposición de las partículas hizo disminuir los niveles de la proteína catenina beta, que es la encargada del crecimiento capilar. Pero no solo las cifras de esta proteína bajaron, también lo hicieron otras que igualmente están involucradas en el proceso de crecimiento del pelo, además de en la retención y mantenimiento del cabello. De esta manera, el estudio revela que cuanto mayor es el nivel de contaminación, el nivel de estas proteínas es menor, por lo que conducen a una caída del cabello progresiva.
Pero más allá de la pérdida del cabello, la contaminación tiene otros efectos en el cabello que pueden provocar que su aspecto no sea el que quieres, manteniéndolo apagado y sin brillo. Los gases contaminantes de la ciudad hacen que el aire que se respira y que está en contacto con la piel y el pelo no esté precisamente limpio, llenándolo de impurezas y partículas que le hacen un flaco favor a tu cabello, fijándose tanto en el pelo como en el cuero cabelludo.
De ahí que toda esa polución que está en constante contacto con el pelo provoque que su aspecto sea más seco y débil, o que al cepillarlo el pelo se parta o se caiga. La contaminación no es nada beneficiosa en lo referente a enfermedades pulmonares, alergias, o para aquellas personas que padecen algún tipo de cáncer, pero sus efectos nocivos en la piel y el cuero cabelludo tampoco ayudan a mantener un pelo sano y fuerte, tal y como nos gustaría.
Las personas que viven en ciudades, en concreto en las más grandes, deben convivir, muy a su pesar, con la contaminación. Por eso es importante la clase de champú que usas dependiendo de tu tipo de pelo. Para todos aquellos que la contaminación les seca el cabello y se les estropea, un champú hidratante y purificante, que no contengan silicona, es la mejor opción para mantenerlo limpio, fuerte y sano frente a la contaminación atmosférica.
También es importante que, como en cualquier tipo de alopecia, mantengas una dieta equilibrada de todo tipo de nutrientes que no solo fortalezcan tu organismo, sino también tu cuero cabelludo. Debes evitar episodios de estrés físico y emocional, pues es uno de los desencadenantes más frecuentes en la alopecia, por lo que sumado a la contaminación puede hacerle un flaco favor a tu cabello.
La contaminación puede afectar negativamente a cualquier parte de nuestro cuerpo, desde los pulmones hasta el cuero cabelludo. Las grandes ciudades no son las mejores aliadas ante la pérdida del pelo, pero con una buena alimentación y cuidado del pelo con los productos adecuados, se puede conseguir que la polución de las urbes no haga tanto daño.