Javier, de director de cine a voluntario contra el virus: "No soy perfil de riesgo, puedo y quiero ayudar"
Javier cada día reparte medicinas a personas que no pueden valerse por sí mismas y atiende llamadas de emergencia
“He adoptado el papel de ser útil, no tengo miedo, estoy dispuesto y disponible para cualquier emergencia”
Javier Gil. 58 años. Director de proyectos audiovisuales y, en estos días, voluntario de la Cruz Roja. Javier forma parte de las más de 2.500 personas no sanitarias que están aportando su granito de arena en la lucha contra la pandemia. Hablamos con él para que nos cuente, en primera persona, cómo es un día de cuarentena para aquellos que se juegan la vida por afectados y población de riesgo.
"A las nueve de la mañana estoy en mi sede de Cruz Roja y, dependiendo de las necesidades, me dedico o bien a llevar medicación de hospitales a gente que lo necesita y no puede salir de casa o a atender llamadas telefónicas, ofreciendo ayuda, haciendo recomendaciones y apoyando, sobre todo, a personas mayores e inmigrantes", nos cuenta.
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Javier sale de casa cada día perfectamente equipado con mascarilla y guantes y después de estar en cada centro hospitalario se los cambia. Asegura que todas las medidas de protección son pocas pero que realmente no tiene miedo. "Adoptamos el papel de ser útiles, de estar dispuestos y disponibles para cualquier emergencia. No soy persona de riesgo, estoy sano y no tengo patologías, quiero y puedo ayudar".
Máxima higiene pero sin miedo
Al terminar su turno llega la hora de volver a casa. "Me lavo las manos nada más llegar y toda la ropa que llevo puesta va directa a la lavadora". Allí le esperan dos de sus hijos, de 19 y 21 años. "Ellos están orgullosos, admiran lo que hago y creo que, cuando todo esto pase, también se sumarán al voluntariado", asegura.
Aunque en momentos de crisis sanitarias como esta el ritmo de trabajo aumenta, Javier lleva siendo voluntario desde hace siete años. Ha pasado por colegios, recogida de alimentos y hospitales. "Yo, en el mundo audiovisual, trabajo por proyectos, no tengo un horario fijo, tampoco un calendario establecido pero siempre intento ayudar cuando tengo tiempo libre y ahora, que todo está parado, más aún", explica.
Si algo le está sorprendiendo en estas jornadas tan complicadas de cuarentena es la solidaridad que hay tanto dentro como fuera de Cruz Roja. "Espero que sirva para darnos cuenta de que hay muchas emergencias y cuando pasemos esto no olvidar".
Labor de Cruz Roja en la pandemia
Al igual que Javier, son muchos los que estos días han llamado para ponerse al servicio de esta institución humanitaria. "A diario recibimos cientos de peticiones de gente que quiere ayudar y pregunta cómo puede hacerlo. El ofrecimiento generalizado, se ponen a disposición de cualquier actividad, proyecto y acción. En algunos casos si es personal especializado incluso ayuda en campos como el psicológico", apunta Nieves Morales, coordinadora de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid.
No todos realizan la misma labor, algunos acuden a centros y otros lo hacen desde casa. "Ahora mismo, desde Cruz Roja, damos soporte a la red sanitaria realizando traslados urgentes, atendiendo llamadas de los operadores del 112 que necesitan apoyo, también estamos en IFEMA, en Madrid, dando cama y kits de higiene a los sin techo. Por otro lado, atendemos cualquier tipo de emergencia social y realizamos, a nivel nacional, cerca de 400.000 llamadas de control a hogares que lo necesitan", comenta Morales.
Pese a atendernos en un momento de trabajo máximo, Nieves Morales no quiere perder la oportunidad de agradecer a todos los sanitarios, los cuerpos de seguridad, de emergencias y a los voluntarios que están dejándose la piel. Y termina con un mensaje claro. "Quédate en casa".