Esta noche ha sucedido. Creías estar profundamente dormido y por un ruido te desvelas. No paras de darle vueltas a las tareas que te esperan el día siguiente. Acabas de recordar que aún no has pagado la excursión del colegio de tu hijo y que debes acompañar a tu padre al médico para recoger los resultados de sus análisis. De un pensamiento pasas a otro y ya ha transcurrido una hora desde que despertaste. La angustia crece y te ves incapaz de conciliar el sueño. No eres el único; de acuerdo con datos de la Sociedad Española de Neurología, un 30% de la población española se despierta con la sensación de no haber tenido un sueño reparador.
Un mal descanso perjudica la calidad de vida y la salud. Y la reducción de las horas que dormimos causa, a corto plazo, deterioro en la función cognitiva y ejecutiva; por no mencionar el mayor riesgo de desarrollar diversas enfermedades. ¿Qué hacer si no consigues conciliar el sueño? Antonio Jorge Larruy, experto en meditación, hace algunas recomendaciones para enfrentarte a ese 'fantasma' que te produce angustia en mitad de la noche. Puedes verlo en este último episodio de 'Quítame el estrés'.
Hay tres elementos que marcan la buena calidad del sueño: la duración, entre 7 y 9 horas para los adultos, es suficiente para estar descansados al día siguiente; la continuidad, con periodos de sueño sin fragmentación; y la profundidad, para que el sueño sea reparador.