Este domingo desde El Vaticano anunciaban el ingreso del papa Francisco en un hospital de Roma porque debía someterse a una operación, ya programada, de un problema de colon, una estenosis diverticular sintomática, también conocida simplemente como diverticulitis. Tal y como ya comunicaron, el pontífice se encuentra perfectamente y la intervención fue sido un éxito. Pero, ¿qué es eso de una enfermedad diverticular? ¿Cuáles son sus principales síntomas?
Según explican desde la plataforma Top Doctors, la diverticulitis es "la inflamación de divertículos del colon. Los divertículos son bolsas que se forman generalmente en la parte izquierda de las paredes del colon". El problema viene dado porque en la mayoría de casos, una enfermedad diverticular no presenta síntoma alguno (un 80%), pero si se manifiestan estos son el dolor, principalmente en la parte inferior izquierda del abdomen, náuseas, fiebre, estreñimiento o diarrea.
Pese a ello, desde Clínica Mayo apuntan que no suelen causar problemas y que, por lo general, aparece a partir de los 40 años, muy pocas veces antes. Ahora bien, hay una serie de factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta patología. Desde el blog de Quirónsalud establecen cinco.
Por una lado el envejecimiento, ya que "la incidencia de la diverticulitis aumenta con la edad". A su vez, también señalan tanto a la obesidad como al tabaquismo en el punto de mira por ser causas que hacen a la población más propensa a padecer esta enfermedad, a lo que también se suma una vida sedentaria en la que el ejercicio físico no está presente. La alimentación es otro elemento que tiene hueco, pues una dieta con abundantes grasas animales y baja en fibra puede ocasionar la diverticulitis.
En cuanto a la prevención, los consejos básicos son evitar lo que lo provoca. Es decir, hacer ejercicio físico, una dieta sana en la que haya una alta presencia de fibra y también se ingiera bastante líquido y, por supuesto, evitar el tabaco a toda costa.
Se estima que alrededor de un 25% de las personas que padecen diverticulitis aguda desarrollan una serie de complicaciones, entre las que destacan un absceso, una obstrucción en el colon o en el intestino delgado por la inflamación del colon, una fístula entre el intestino grueso y el delgado. Además, también se habla de una peridonitis, que requiere de atención inmediata.
Cuando se diagnostica, si la diverticulitis no tiene ningún tipo de complicación, generalmente se aconseja reposo, un cambio de dieta y, si el médico así lo considera, antibióticos para tratar la infección. Otra cosa sería si la enfermedad es más complicada y tiene cierto punto de gravedad, como le ha ocurrido al papa Francisco, situaciones en las que se realiza una cirugía.