Mezclas milagrosas y otros tips para eliminar las durezas de los pies de los hombres y lucirlos saludables
Distinguir entre durezas y callos es cable para saber a qué método recurrir y si la visita a un especialista es totalmente necesaria
Desde los trucos de siempre a mezclas caseras, hay múltiples opciones para eliminar las durezas de los pies y lucirlos limpios durante el verano
El verano significa muchas cosas, entre ellas un cambio de armario no solo de ropa, también de calzado. Las botas y los zapatos cerrados pasan a un segundo plano para dar más protagonismo a las chanclas y las sandalias, no solo en mujeres, también en hombres. Pero entonces llega el problema, tras tener los pies encerrados en el zapato todo el otoño, el invierno y gran parte de la primavera puede que se hayan producido durezas en nuestros pies que los afeen un poco. Por eso mismo es importante conocer algunos trucos para deshacernos de ellas y poder lucir los pies en la playa, la piscina o dando un paseo al lado del mar.
Una buena limpieza, la hidratación de los pies o llevar siempre un buen calzado para cada ocasión son solo algunos de los principales consejos para que las durezas y las callosidades no aparezcan en nuestros pies, aunque a veces es totalmente inevitable. También debes tener en cuenta que en muchas ocasiones la salud de cada persona es clave en su formación, pues las personas con obesidad son más propensas a tener durezas debido a que sus pies soportan más peso del debido. La edad es otro factor que facilita su aparición y, más allá de una visita al podólogo, siempre hay algún que otro remedio que puede facilitar su eliminación desde casa.
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Una dureza no es un callo
Lo primero, antes de que te dispongas a quitar nada es saber diferenciar las durezas de los callos. Estos últimos son pequeños y sí, duelen bastante. Suelen aparecer en las articulaciones, en especial en los dedos y tienen un núcleo y forma de cono. En estos casos lo mejor siempre es acudir al especialista.
Pero con las durezas es distinto, pues son más grandes, tienen un tacto áspero y suelen aparecer en la planta del pie, los talones o las zonas laterales. No duelen para nada, pero sí que es cierto que si se mira la parte estética, pues siempre es mejor deshacerse de ellas para que tus pies luzcan bonitos, sanos y suaves.
Los trucos más conocidos
Uno de los remedios más famosos y que seguramente has escuchado en más de una ocasión es el uso de la piedra pómez que siempre se ha utilizado para eliminar las durezas de los pies. La piedra pómez no es más que una piedra, normalmente de color gris con poros y, que al frotarla en la zona en la que se encuentran las durezas, las quita de manera muy sencilla. No debes usarla en seco, pues se aconseja meter los pies en remojo durante unos minutos en agua tibia. Entonces sí que puedes usar la piedra como si fuese una lima y deshacerte de toda esa piel muerta tan antiestética.
Además, si tampoco tienes muchas y ya estás en la playa, puedes aprovechar al máximo tus vacaciones. Los paseos a la orilla del mar por la arena pueden ser muy beneficiosos para eliminar las durezas. Caminar descalzo por la arena ayudará a ablandar esas grietas y verás como en unos días han desaparecido y vuelves a casa con los pies como nuevos.
Mezclas milagrosas
Como no, algunos productos que nos encontramos por casa también nos pueden servir para eliminar las durezas si no tienes una piedra pómez o la playa no te queda demasiado cerca. Uno de los remedios más llamativos se compone de triturar unas cinco aspirinas y mezclarlas con una cucharada de agua y zumo de limón. Esto se extiende sobre las durezas y se cubren los pies con una toalla durante diez minutos. Tras ello, vas a necesitar la piedra pómez para limar esa zona de forma muy suave y acabar con las durezas.
El ajo también puede ser un gran aliado, pues al triturar unos tres dientes y mezclarlo con aceite de oliva crea una pasta que se aplica en las zonas de los pies endurecidas que deben cubrirse con una toalla o una venda para que actúe durante unas horas. Después, las callosidades se habrán ablandado y será mucho más sencillo retirarlas con una lima para durezas o una piedra pómez. De la misma forma sirve unas dos pequeñas cucharadas de bicarbonato de sodio disueltas en agua tibia. Pon los pies en remojo una hora y esa piel será más fácil de eliminar que nunca.
Cuidar los pies es clave para que no aparezcan durezas que afeen tus pies, pero en el caso de que se presenten sin previo aviso, no debes temer, pues hay métodos de todo tipo que te servirán para eliminarlas. Eso sí, la piedra pómez siempre a mano.