La historia de la empresa familiar mostoleña que alivió a España con sus respiradores punteros
En los momentos más grises de saturación hospitalaria, Hersill, una empresa de Móstoles (Madrid) apenas 60 trabajadores sacó adelante una producción masiva de respiradores que surtió a hospitales de toda España. El diario 'El País' recoge su testimonio en un reportaje
Casi ha pasado un año desde que se declarara el estado de alarma en España y aún seguimos descubriendo algunas de esas manos invisibles que ayudaron a salvar vidas en los días más grises. Uno de ellos es el de la marca Hersilll, que produce los respiradores Vitae 40 desde Móstoles y en los momentos de mayor saturación hospitalaria que sirvió como suministro a hospitales de todo el país. Lo ha contado el periodista Fernando Peinado en El País Madrid con un reportaje en el que entrevista a Carlos Martínez, director de I+D de la empresa familiar, de 53 años.
El negocio que en 1973 fundó su tío Benjamín Herranz lleva desde entonces desarrollando equipos médicos. Lo hacen en un modesto pero competente taller al sur madrileño. Donde antes de que la producción se disparase trabajaban 60 personas.
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Su caso de éxito se remonta a los primeros despuntes del virus en febrero. Con un modelo de respirador diseñado en principio para UVI móvil, que había sido aprobado por la Unión Europea en 2019 y cuya fabricación estaba aún en fase inicial y con una previsión de fabricación de apenas 100, empezaron a llegar solicitudes. "De repente te piden los distribuidores internacionales que les hagas una oferta por 1.000 respiradores. Y si los tienes en el almacén mándamelos que te hago ahora mismo una transferencia", ha contado Martínez a la publicación.
Alertados, decidieron actuar con responsabilidad e informaron a la Consejería de Sanidad madrileña a través uno de los hijos de Benjamín Herranz, el pediatra Benjamín Herranz Jordán. "El sábado 14 de marzo, día del decreto de estado de alerta, la Comunidad de Madrid les pidió rechazar los pedidos de exportación y el martes 17 llegaron a un acuerdo para que el Servicio Madrileño de Salud adquiriera esas máquinas", escribe Peinado.
A pesar de estar diseñados para incluir en UVI móvil, son eficaces para el uso que se les ha estado dando cubriendo en UCI. La diferencia, según aclaran en la publicación de El País, tiene que ver fundamentalmente con el tamaño. Este es mucho más pequeño que los repsiradores de UCI, que cuentan con "pantallas más grandes, alarmas y capacidad para mezclar oxígeno con aires medicinales". No obstante, el Vitae 40 se ha posicionado como refuerzo óptimo para hospitales tanto españoles como de otros países de Europa, como los vecinos franceses o Reino Unido, al permitir una fabricación mucho más rápida precisamente debido a su tamaño.
Ahora, como explican desde la empresa familiar mostoleña que ha dado un respiro a tantos hospitales, están bien abastecidos y preparados gracias a la alianza de fabricación que ya en marzo hicieron con la empresa madrileña fabricante de armamento Escribano. Actualmente cuentan con 955 aparatos en una reserva estratégica destinada a España.