Test de autodiagnóstico: ¿en España es más caro o más barato que en el resto de Europa?
El Consejo de Ministros aprobó el pasado mes de julio la venta libre y sin receta de los test de autodiagnóstico contra la Covid-19
Estos test no estan regulados por el Gobierno ni cubiertos por la Seguridad Social, y tienen un precio que oscila entre los seis y los diez euros por unidad
En el resto de Europa, el precio de estas pruebas varía, y puede ser mucho más caro o barato
El pasado 20 de julio, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto que permite la venta libre y sin receta de los tests de autodiagnóstico contra la Covid-19 en las farmacias de nuestro país. Tras meses de reticencias en los que varias Comunidades Autónomas, como Madrid, solicitaron que las pruebas de autodiagnóstico estuvieran disponibles en las farmacias, el Gobierno finalmente autorizó la comercialización sin prescripción médica de los test de antígenos y anticuerpos avalados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) o lo que es lo mismo: permitió que los ciudadanos accediesen a este tipo de pruebas sin necesidad de pasar previamente por un hospital o centro de salud.
Con esta nueva normativa, que llegó a nuestro país cuando la variante delta de la Sars-CoV-2 comenzaba a dar los primeros coletazos entre la población, España se ha sumado a otros miembros de la Unión Europea que ya permitían la compra libre de los tests, como Francia y Alemania, con el objetivo de disminuir la presión asistencial de los centros sanitarios y aumentar la capacidad para detectar nuevos casos de coronavirus de forma más rápida, tal y como se desprende de una nota de prensa publicada por el propio Ejecutivo el mismo 20 de julio.
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Pero ¿cuál es el precio que debemos pagar para saber si estamos contagiados o no? ¿Es más caro aquí que en otros países de la Unión Europea? Según los últimos datos, actualmente conseguir un único test de autodiagnóstico en nuestro país cuesta entre seis y diez euros. Este precio no es fijo, ni está regulado por el Gobierno. Tampoco lo cubre la Seguridad Social. Al ser un producto no intervenido, son las farmacias que lo comercializan y los fabricantes quienes fijan su coste, por lo que puede variar en función de dónde lo compremos. No obstante, sí están exentos de IVA.
Más caros que en Portugal, pero más baratos que en Italia
Si echamos un vistazo por Europa, podremos ver que esta horquilla de precios nos sitúa entre los países con los tests más caros del continente, aunque no a la cabeza. Así, mientras en nuestro país debemos pagar entre seis y diez euros, en el país vecino, Portugal, los ciudadanos pueden conseguir un test en los supermercados por poco más de dos euros o, si lo prefieren, adquirirlos en las farmacias y droguerías por entre 2,60 y 4,99 euros, según los datos de Newtral. Además, los portugueses también pueden hacerse cuatro pruebas gratuitas al mes en las farmacias.
Algo semejante ocurre en Alemania, donde los precios también son más bajos que en nuestro país. En la región germana, la población puede comprar los test tanto en farmacias como en supermercados, y los precios rondan los cuatro euros, aunque en algunas farmacias online pueden encontrarse a menos de un euro.
En el caso de Francia, donde es necesario estar vacunado o tener una PCR para hacer vida normal e ir al cine, a los museos o a los restaurantes, entre otros muchos establecimientos, los precios de las pruebas de autodiagnóstico están regulados por la ley desde el pasado 1 de julio. El máximo es de 6,01 euros.
En Reino Unido, los ciudadanos pueden disfrutar de dos pruebas semanales de forma completamente gratuita, independientemente de si tiene síntomas o no. Por el contrario, en Bélgica, los tests comenzaron a venderse libremente en las farmacias a principios de abril, con un precio con una horquilla ligeramente más baja que la española: entre siete y ocho euros. No obstante, desde julio pueden comprarse también vía online en algunas boticas, donde pueden encontrarse por poco más de cinco euros.
Un poco más caros son los test en Italia, donde se aprobó la venta libre en farmacias y supermercados en mayo. Al igual que en España, las pruebas no están reguladas por el Gobierno, pero el precio a pagar es mucho mayor que aquí: hasta quince euros podemos dejarnos para ver si tenemos síntomas o no. No obstante, los precios más caros los encontramos un poco más lejos de nosotros. Concretamente, en Bulgaria, donde los tests pueden alcanzar un precio de hasta veinte euros en farmacia. Casi nada.