¿Y si pudiéramos 'cargar las pilas', literalmente, cargando nuestro organismo con la energía de la Tierra? Para esto no tenemos que comprar nada o realizar ningún ritual complejo. Al contrario, se trata de liberarnos de cosas. En este caso, de los zapatos.
"El Grounding, o también llamado Earthing, es simplemente la práctica de caminar descalzo sobre tierra, hierba o arena. Es decir, entrar en contacto con la energía de la tierra a través de los pies", explica Yolanda Peralta, farmacéutica y terapeuta bioenergética.
Según esta experta, los seres humanos somos seres eléctricos. Actuamos como antenas, ya que somos capaces de emitir y captar energía. La mayoría de nuestros procesos biológicos, y la información entre las células de nuestro cuerpo, se producen también por intercambios de cargas eléctricas. En estos intercambios se producen iones cargados positivamente, y necesitamos iones con carga negativa (electrones) para mantenernos sanos.
El contacto con la Tierra a través del Grounding nos permite aprovechar su carga eléctrica, y beneficiarnos de ello.
El desequilibrio entre iones positivos y negativos puede dar origen a algunos problemas de salud. "Cuando nos sentimos cansados y con poca energía, puede estar relacionado con una pérdida de electrones, y por lo tanto con una falta de conexión con la tierra. Las causas pueden ser de muchos tipos, desde la contaminación del aire que respiramos, lo que comemos, los productos que utilizamos, y también cómo manejamos nuestras emociones y el estrés", afirma Peralta, que pone varios ejemplos de cómo se manifiestan estos desequilibrios: "se ha visto que en espacios interiores donde hay muchos dispositivos electrónicos y no hay buena ventilación, la cantidad de electrones en el ambiente suele ser muy baja o casi nula. También el consumo de alimentos procesados, que acidifican mucho nuestro cuerpo, es una vía importante de carga de iones positivos".
¿Cómo actúa el Grounding en estos casos? "La tierra está cargada de electrones, y al caminar estos electrones son absorbidos por los pies descalzos. Es conocido que los electrones tienen un efecto antioxidante muy potente, y eliminan los radicales libres. Al practicar Grounding, los electrones de la Tierra entran en contacto con nuestro cuerpo, obteniéndose así grandes beneficios.
Móviles, ordenadores, tablets, líneas de WIFI, aparatos eléctricos encendidos por defecto… Estamos rodeados por dispositivos y conexiones eléctricas que nos facilitan la vida y también pueden suponer un riesgo para la salud.
La falta de electrones en los espacios en los que habitamos a diario, causada por los campos electromagnéticos de todos estos dispositivos puede producir problemas importantes de salud. Entre ellos, dolores de cabeza o de estómago, ansiedad, disminución de la concentración, falta de energía, o insomnio entre muchas otras. En opinión de Yolanda Peralta, el Grounding puede ser un aliado eficaz: "hay numerosas investigaciones que han estudiado el efecto de andar descalzo y se ha visto que el Grounding alivia la inflamación en todo el cuerpo. Es conocido que la inflamación está en el origen de enfermedades como la diabetes, el asma, el alzheimer, la artritis, y muchas dolencias cardíacas".
Además del efecto anti-inflamatorio, existen otros beneficios importantes:
"Nos podemos conectar con la Tierra de muchas maneras. Pero hay que saber que no todas las superficies son adecuadas", afirma esta farmacéutica. "Lo más adecuado es caminar descalzo por arena, hierba o tierra, pero también, ladrillos, material cerámico, ya que todos ellos son buenos conductores. Por ejemplo, andar a la orilla del mar, cerca o dentro del agua, sería un buen ejercicio de Grounding, porque además, el agua salada en un buen conductor. Sin embargo, el asfalto, la madera, el plástico o el vinilo, al ser aislantes, no son adecuados para realizar esta práctica saludable”, afirma la experta, para quien el Grounding es, sobre todo, un buen hábito de vida saludable, como una alimentación sana, suficiente descanso y el ejercicio moderado.
Si bien hay muchos espacios donde poder practicar el Grounding, es cierto que en las grandes ciudades no parece sencillo el contacto con la Tierra. "Es cierto", reconoce Yolanda Peralta, "pero siempre hay alternativas y pequeños gestos que pueden ayudar si pasas mucho tiempo en ambientes cerrados". En opinión de la terapeuta, estos serían los gestos más valiosos:
Como cualquier otra terapia, realmente es efectiva si se incorpora de manera habitual en nuestras dinámicas y la convertimos en un hábito. "Si cerca del lugar en el que vives o trabajas hay un parque o simplemente un poco de césped, aprovecha alguno de los descansos que tengas para descalzarte y poner los pies en contacto con la tierra. Cuanto más lo practiques más notarás los beneficios, y será más fácil para ti convertirlo en rutina. Personalmente, salgo a diario al trocito de césped que tengo delante de mi casa para estar allí descalza durante al menos 15 minutos. También, cada vez que salgo al campo o la montaña aprovecho para practicar Grounding. Además, en casa, utilizamos sábanas con toma de tierra, y parches que neutralizan las ondas dañinas que emiten los dispositivos electromagnéticos”, señala Peralta.
¿Y en invierno? "En lugares fríos es más complicado poder realizarlo, pero puedes abrazarte a los árboles, que también transmiten muy buena energía", afirma Peralta.
Y si lo tienes realmente difícil, la terapeuta ofrece otras recomendaciones para poder incrementar nuestro bienestar: