Ventilar se ha convertido en una recomendación importante a la hora de contener el virus. Cuando hablamos de ventilación nos referimos a abrir las ventanas para purificar y renovar el aire que se encuentra en el interior de un espacio cerrado. Se trata de una medida tan efectiva como económica, recomendada encarecidamente por la mismísima Angela Merkel y muy necesaria en las aulas de los colegios, debido a que nuestros hijos pasan muchas horas allí dentro junto a otros alumnos y distintos profesores. Ello supone un caldo de cultivo perfecto para los contagios. Conscientes de la necesidad de que esta acción se realice de forma correcta para que sea realmente eficaz, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha elaborado una serie de recomendaciones para ventilar adecuadamente estos espacios.
Según el CSIC, la purificación del aire consiste en la "eliminación de las partículas en suspensión, susceptibles de contener virus". Se basa en sustituir el aire interior, "potencialmente contaminado", con aire exterior, "libre de virus". A este respecto, ventilar no equivale a utilizar un ventilador en un ambiente interior cerrado. La renovación de aire se calcula a través de los Air Changes Per Hour (ACH). Un ACH equivale al 63 % de aire interior renovado. Dos renovaciones llegan al 86 % y 3, hasta el 95 % del aire interior renovado.
Para reducir el riesgo de contagio, la guía (basada en una guía de la Universidad de Harvard) establece que serán necesarias entre 5 y 6 renovaciones de aire por hora para aulas de 100 m2, tomando como referencia 25 alumnos de entre 5 y 8 años.
El CSIC ha elaborado una serie de recomendaciones tanto a nivel general como en situaciones concretas. Estas son algunas de las pautas necesarias si nos referimos a consejos de carácter global. También se establecen algunos de los condicionantes que pueden dificultar la ventilación.
Las actividades deberán realizarse, en la medida de lo posible, siempre en exterior antes que en interior, incluido el desayuno de los pequeños. Todo lo que pueda realizarse al aire libre debe realizarse en espacios abiertos.
Si la actividad debe ser en un espacio interior, será preferible "en aulas con posibilidad de ventilación natural, especialmente ventilación cruzada (con ventanas y puertas abiertas en lados opuestos). En caso de que no quede más remedio que dar la clase en una aula (como sucederá en invierno), será necesaria la ventilación cruzada (puertas y ventanas abiertas)
En caso de que la ventilación natural no sea suficiente, se podrá conseguir la suficiente utilizando "equipos extractores o impulsores individuales (ventiladores) con un caudal de aire adecuado".
Cuando haya "sistemas centralizados de ventilación forzada", la tasa de aire exterior "se debe incrementar" y la recirculación del aire interior "se debe reducir". Esto significa que debe fomentarse la entrada de aire exterior cuando ventilemos forzosamente, es decir, a través de sistemas como el aire acondicionado.