Hipertensión arterial: pequeños cambios en la rutina diaria para ayudar a controlarla
Los medicamentos para controlar la hipertensión son fundamentales, pero también puedes poner de tu parte con cambios en tu rutina
La hipertensión arterial mata de manera silenciosa. 7,5 millones de personas fallecen anualmente por esta causa, que afecta a unos 1.200 millones en el mundo, 185 millones de europeos y el 65% de los mayores de 60 años en España, según la Fundación del Corazón. Aunque no hay una solución definitiva para curarlo, existen determinados cambios que puedes realizar en tu día a día para amortiguar sus consecuencias.
Entender a la hipertensión arterial
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La Organización Mundial de la Salud define a la hipertensión arterial como "la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear. Si no se controla, la hipertensión puede provocar un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardíaca".
En muchas ocasiones, los síntomas no se presentan de manera visible y se camuflan entre dolores de cabeza, palpitaciones o hemorragias nasales. Todo ello se puede asociar con problemas pasajeros de salud sin que el paciente se dé cuenta de que, realmente, su tensión arterial está alta.
Por ello es importante realizarse una toma de tensión al menos una vez al mes, aun no siendo población de riesgo, y, en caso de que la tensión sea superior a 130/90, acudir al médico para que evalúe la situación.
En caso de descartar hipertensión provocada por fallos de órganos, lo más probable es que el galeno recete un tratamiento con medicamentos, pero tú puedes hacer mucho más allá.
Cambios en tu día a día
Además de confiar en el tratamiento que te recete tu médico de cabecera, deberás hacer algunos cambios en tu vida diaria que también puede ayudar en la reducción de la presión sanguínea en tus arterias.
- Pierde peso: disminuir tu peso ayudará a reducir la hipertensión arterial. Además, te ayudarás a evitarte otros problemas relacionados con el sobrepeso como la diabetes.
- Haz ejercicio: el ejercicio de manera regular es una buena forma para perder peso y, de paso, estar en forma. Un corazón grande y entrenado tendrá que hacer menos fuerza para impulsar la sangre por el cuerpo y se reducirá la presión. Eso sí, ponte en manos de un profesional porque no todos los ejercicios sirven para las personas con hipertensión.
- Mejora tu alimentación: si te han detectado hipertensión el médico te dará, posiblemente, un documento con una dieta baja en sodio. Te tocará cambiar tus hábitos alimentarios y reducir la ingesta de alimentos con sal.
- Reduce el alcohol: se acabaron las cervezas con alcohol, el vino, las copas de los fines de semana... Es el momento de cuidarte. Como siempre, podrás tomar una pequeña dosis de alcohol, pero te toca controlarte, nada de abusar.
- Di adiós al estrés: vivir en un estado continuo de nervios no es nada positivo para tu salud, y mucho menos para tratar la hipertensión. Intenta vivir con más tranquilidad, con otra filosofía de vida, alejando de tu día a día la ansiedad y las preocupaciones.