Con el avance de la pandemia, hemos ido conociendo algunas particularidades del virus para acotar las medidas de prevención. Sin embargo, muchos aspectos, sobre todo aquellos relacionados con la inmunidad o la reinfección, siguen siendo un verdadero misterio para los investigadores. Recientemente, un estudio conjunto de varias universidades e instituciones médicas norteamericanas ha señalado un hecho relacionado con la inmunidad que debería llenarnos de esperanza. Al menos, mientras esperamos a que la vacuna esté lista para su distribución y extensión entre los sanitarios, las personas mayores y la población de riesgo.
El estudio 'Immunological memory to SARS-CoV-2 assessed for greater than six months after infection', llevado a cabo por distintos investigadores pertenecientes a diferentes centros de estudio, sugiere que las células inmunológicas generadas a raíz de haber contraído la enfermedad pueden perdurar entre 6 y 8 meses después de haberse contagiado.
Los investigadores pretendían comprender la memoria inmune al SARS-CoV-2 para "mejorar los diagnósticos y las vacunas", con el objetivo de ofrecer una perspectiva de futuro acerca del curso que vaya siguiendo la pandemia en los próximos meses. Para ello se evaluaron 185 casos de coronavirus en edades superiores a los 18 años, de los cuales 41 fueron estudiados 6 meses después de la infección. Al obtener los resultados, los investigadores observaron que la proteína Spike IgG se mantuvo estable durante más de 6 meses.
Pese a los buenos augurios, los investigadores avisan: este estudio tiene "limitaciones". "Al considerar las posibles conexiones entre la memoria inmunitaria y la inmunidad protectora, es clave considerar los datos epidemiológicos disponibles. Los informes de casos individuales demuestran que se están produciendo reinfecciones con SARS-CoV-2", alertan. Para avanzar en el conocimiento acerca de la inmunidad, los investigadores demandan un marco común para cuantificar cuán raras o comunes pueden llegar a ser las reinfecciones.
Sin embargo, terminan por reconocer que, según los resultados extraídos, la inmunidad duradera contra la COVID-19 "es una posibilidad en la mayoría de personas". "La memoria inmune fue medible en el 90 % de los sujetos cinco meses después", explican. Una buena noticia que, a falta de acotar qué ocurre con las reinfecciones, puede suponer un gran avance a tener en cuenta en las vacunas que vendrán los próximos años. El hallazgo es importante ya que concuerda con el resultado de la memoria inmunológica en otras infecciones de las que el cuerpo humano ha logrado generar anticuerpos, como la viruela o la influenza (gripe).
El resultado de este informe llega en un contexto favorable para las buenas noticias. Hace unos días supimos que la vacuna de Pfizer y BioNtech podría estar lista para el año que viene. Hoy mismo, los responsables del proyecto, que aseguraron que tenía un 90 % de eficacia, han elevado su efectividad hasta el 95 %. Sin embargo, la noticia ha sido recogida con cautela por parte de la comunidad científica.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo en su momento que se trata de "un paso prometedor y relevante contra la pandemia". Desde el mes de julio, las dos empresas encargadas iniciaron la fase 3 de la vacuna. 44.000 personas fueron sujetas a la prueba, de las cuales a la mitad administraron la vacuna y a la otra mitad un placebo. De todos ellos, solo 94 han tenido covid-19.