Has tenido un mal día en la oficina. Es tal la carga, que tienes la sensación de que la cabeza te va a explotar. El tráfico con el que te topas tampoco ayuda. Solo tienes ganas de llegar a casa y escuchar reinar al silencio. Eso no sucede. Tus hijos están allí esperándote con ganas de jugar o en mitad de una pelea por el control de la consola. Y tú, en lugar de mediar o aceptar el juego, optas por cargar contra ellos a voces creyéndote liberar de todo el estrés que has acumulado a lo largo del día. Y es entonces cuando comienza la guerra. ¿Es justo? Sabes que no.
Los problemas entre padres e hijos son algo natural e inevitable. Sin embargo, hay conflictos que se pueden evitar porque, en la mayoría de los casos, su origen está basado en algún motivo absurdo. Y son esos, precisamente, los que deben trabajar ambas partes. ¿Qué es lo que puedes hacer? El experto en meditación y autoconocimiento, Antonio Jorge Larruy, vuelve a invitarte al espacio de 'Quítame el estrés' donde expone tres claves que te ayudarán a reconectar con tus hijos.
Además del exceso en el uso de dispositivos tecnológicos, los problemas que suelen generar mas enfrentamientos entre padres e hijos son las responsabilidades en las tareas del hogar, los horarios, los estudios u otros aspectos relacionados con el consumo de alcohol y drogas. Los especialistas recomiendan ponerse en la piel de los jóvenes y recordar cómo éramos nosotros mismos hace algunos años; basar la relación en la comunicación, el reconocimiento y la paciencia.