Se piensa que somos un organismo nuevo cada diez años. Nuestras células, inquietas, no paran de nacer, crecer y morir. Así, una vez tras otra. Tanta reproducción puede generar errores, al igual que cuando hacemos una fotocopia de un documento muchas veces. Sin embargo, en nuestro organismo puede generar enfermedades como la fibrosis pulmonar o el cáncer. Y, en el otro lado de la trinchera se encuentran personas como María Blasco (Alicante, 1965), directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), con la que hemos hablado sobre la vida, en su máxima expresión.
El campo de investigación de Blasco son los telómeros, pero ¿qué son exactamente?: "Son unas estructuras que protegen nuestros cromosomas y que se van acortando según las células se van reproduciendo. Cuando tienen una longitud corta hacen que los tejidos no se regeneren adecuadamente y aparecen enfermedades. Es uno de los motivos por los que envejecemos", nos cuenta la científica en la entrevista en vídeo que puedes ver en la parte superior del artículo. En otras palabras: cuanto más cortos sean los telómeros, menos viviremos.
El otro punto donde hacen especial hincapié es en la telomerasa, la enzima que controla a los telómeros, que los mantiene, y que juega un papel fundamental a la hora de, por ejemplo, alargar la vida de las células donde residen y, por tanto, reducir la velocidad de acortamiento (=envejecimiento) de los telómeros.
Ambas enfermedades están causadas por una deformación de las células, pero son muy distintas la una de la otra. Con el cáncer, lo que interesa es destruir las células tumorales para que no se sigan reproduciendo por el órgano y, posteriormente, por el cuerpo; con la fibrosis y otras degenerativas, la investigación se centra en alargar la vida de las células para que duren más tiempo y no se destruyan.
Según nos cuenta Blasco, "una de las características más comunes del cáncer es que se activa mucho la telomerasa, así que antes de ir directamente a por ella, lo que hacemos es ir a destruir a los telómeros, porque es más rápido y lo que nos interesa es que se pare la reproducción de células tumorales".
La científica, Premio Nacional de Investigación Santiago Ramón y Cajal, abre un camino a la esperanza. "Utilizamos la telomerasa para frenar la progresión de enfermedades degenerativas como la fibrosis pulmonar. Así damos vida extra a las células y hemos conseguido, en ratones, retrasar el envejecimiento de las células y con ello la aparición de muchas enfermedades. Jugando con los telómeros y la telomerasa se puede manipular la longevidad y encontrar estrategias contra enfermedades degenerativas y contra el cáncer".
El objetivo, como nos cuenta, no es llegar a vivir hasta los 120 años o más, sino tener una vida de calidad mientras nuestras células quieran. Retrasar los procesos de aparición de enfermedades degenerativas, como la fibrosis o el Alzheimer, pueden aportar unos años más y de disfrute de la vida. Como nos comentó el científico López-Collazo, esperaba que su generación viera el final del cáncer, y ahí, los telómeros y María Blasco todavía no han dicho su última palabra.